La presidenta del Comité Intergremial Unidos por el Atlántico destaca la necesidad de acciones inmediatas por parte del Concejo y la Oficina de Desarrollo Económico para mejorar la situación laboral de la ciudad.
En un análisis profundo sobre la situación laboral de los habitantes de Barranquilla y su área metropolitana, Zandra López, presidenta del Comité Intergremial Unidos por el Atlántico, hizo un llamado a las autoridades locales a tomar medidas efectivas para enfrentar los desafíos económicos que afectan a la región. López destacó la importancia de que tanto el Concejo de la ciudad como la Oficina Distrital de Desarrollo Económico trabajen en conjunto para generar soluciones que impulsen la economía y mejoren las condiciones laborales en la capital del Atlántico.

Uno de los datos más alarmantes expuestos por la dirigente es la tasa de desempleo en Barranquilla y Soledad. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desocupación en el trimestre de junio a agosto de este año se ubicó en un 11,4%, lo que representa un aumento significativo en comparación con el mismo período del año pasado, cuando fue del 8,5%. Este incremento de 2,9 puntos porcentuales refleja una desaceleración en la creación de empleo en la región, aunque, según López, Barranquilla ha experimentado momentos positivos en términos de empleo en los últimos meses.
«Pese a lo anterior, estamos conscientes que Barranquilla ha tenido unos meses muy favorables en materia de empleo», señaló López. El impacto de la política monetaria aún no ha golpeado de manera severa, en parte debido a la confianza que generan los grandes proyectos de infraestructura y desarrollo que se ejecutan en la ciudad. Sin embargo, la presidenta del comité expresó su preocupación por la creciente informalidad laboral en la región.
«En Barranquilla, seis de cada diez trabajadores son informales», afirmó López, lo que posiciona a la ciudad en una situación crítica en comparación con otras capitales del país como Bogotá, Cali y Medellín, donde solo tres de cada diez ocupados enfrentan empleos de baja calidad. Este panorama de informalidad se ha visto agravado no solo por los cambios demográficos naturales de la región, sino también por el aumento de la migración venezolana, que en los últimos cinco años ha incrementado la oferta laboral, pero en condiciones precarias.
Medidas urgentes para frenar el desempleo y la informalidad
López fue clara al señalar la urgencia de que las autoridades locales actúen de manera inmediata para mitigar estos problemas. «Desde el Comité Intergremial Unidos por el Atlántico sugerimos al Concejo y a la Oficina de Desarrollo Económico del Distrito trabajar en la implementación de iniciativas que potencien los sectores económicos que generen empleos de calidad, mediante estímulos para la inversión privada y proyectos como las Zonas Económicas Especiales (ZEE). También propuso la creación de incentivos fiscales para las empresas que contraten a población vulnerable, en un esfuerzo por mejorar las oportunidades de empleo formal en la región.
De cara al último trimestre del año, López expresó su esperanza de que las ventas del comercio al por menor en el Atlántico aumenten debido a la temporada de fin de año, lo que generará la necesidad de contratar personal adicional para atender la creciente demanda en los establecimientos comerciales. «Estamos seguros de que el impulso de las ventas en el fin de año permitirá la empleabilidad de muchos barranquilleros y así disminuir esta tasa de desempleo», enfatizó.
Un desafío estructural a largo plazo
Aunque la temporada de fin de año puede ofrecer un alivio temporal, la situación de Barranquilla requiere soluciones de largo plazo que vayan más allá de los ciclos estacionales. La informalidad laboral sigue siendo el reto más grande, afectando la estabilidad y calidad de vida de una gran parte de la población trabajadora. Las iniciativas propuestas por el Comité Intergremial buscan no solo atender la urgencia del momento, sino también establecer las bases para un crecimiento sostenible que brinde a los trabajadores empleos dignos y estables.
Barranquilla enfrenta un desafío estructural en cuanto a empleo e informalidad, y solo a través de la colaboración entre el sector público y privado se podrán establecer las condiciones necesarias para superar estas dificultades. Las palabras de López no solo reflejan un diagnóstico preciso de la situación, sino también un llamado a la acción urgente que debe ser escuchado por las autoridades para asegurar un futuro más prometedor para la ciudad y sus habitantes.