En el marco del cierre de las actividades del Mes del Patrimonio, el auditorio del Museo del Atlántico se convirtió en un espacio de reflexión y análisis sobre la danza del mapalé. Este conversatorio, organizado por la Secretaría de Cultura y Patrimonio Departamental, reunió a cinco reconocidos investigadores para explorar la evolución y el valor de esta expresión cultural en el contexto contemporáneo.
La jornada fue inaugurada por Nelly Castro, coordinadora del Área de Patrimonio, Armida Meriño, coordinadora del Área de Danzas, y el antropólogo Lázaro Cotes. Juntos, dieron paso a un panel de expertos que incluyó a Ana Milena Navarro, moderadora y coordinadora del Programa de Danza de la Universidad del Atlántico; Mónica Lindo, directora artística de la Corporación Cultural Barranquilla; Jairo Atencia Escorcia, docente e investigador en danzas; Lourdes Acosta, cantadora y bailarina; Cristian Pacheco Arrieta, docente en Educación Artística, y Abraham Cáceres, filólogo y folclorista.

A lo largo del conversatorio, los panelistas debatieron cuestiones esenciales sobre el mapalé: su reconocimiento, la necesidad de renovación y la importancia de su protección. Cáceres inició la discusión explicando que el término “mapalé” proviene de las tradiciones africanas, simbolizando la imitación de los movimientos de un pez. Esta danza, que surgió entre 1550 y 1810 en el Caribe colombiano, se consolidó como una expresión de resistencia cultural afrocolombiana, amalgamando influencias africanas, indígenas y españolas.
Mónica Lindo destacó cómo el mapalé ha evolucionado en diferentes regiones, adoptando variantes que van desde la versión tradicional con polleras hasta interpretaciones más estilizadas que integran acrobacias y otros estilos contemporáneos. Mencionó el impacto del trabajo de la maestra Sonia Osorio y del coreógrafo Carlos Franco Medina, quienes llevaron esta danza a escenarios internacionales, fusionando el baile tradicional con elementos del teatro y otros ritmos.
A su turno, Lourdes Acosta enfatizó la importancia de preservar la tradición, argumentando que toda innovación debe fundamentarse en un conocimiento profundo de las raíces culturales. Mientras que, Cristian Pacheco Arrieta destacó los esfuerzos recientes de grupos folclóricos para mantener la autenticidad del mapalé y garantizar su transmisión a nuevas generaciones.
El evento culminó con una emotiva presentación de mapalé tradicional, interpretada por 18 artistas de la Corporación Artística y Cultural Danzar del Atlántico, bajo la dirección de Jaider Pertuz Jiménez. La actuación simbolizó la lucha del pez atrapado en las redes.
Verónica Cantillo, secretaria de Cultura y Patrimonio del Atlántico, cerró el conversatorio reafirmando el compromiso de la administración departamental con la preservación y promoción de las tradiciones culturales del Atlántico. En este sentido, el Mes del Patrimonio se erige como una oportunidad para que los atlanticenses reflexionen sobre su identidad y redescubran sus raíces culturales.
Así, el mapalé no solo se presenta como una danza que celebra la herencia afrocolombiana, sino también como un símbolo de la continua transformación cultural que invita a las nuevas generaciones a participar en su legado.