La cosecha de café en el Cesar Se prepara para un aumento significativo en 2024

Con el inicio de la temporada de cosecha de café a la vuelta de la esquina, el departamento del Cesar se alista para recolectar más de 22 millones de kilos de este grano, lo que representa un impacto significativo en la economía local. 

La recolección comenzará en la segunda semana de octubre y se extenderá hasta febrero del próximo año, involucrando no solo la recogida del café, sino también su procesamiento y posterior venta.

Según el Comité de Cafeteros del Cesar, esta cosecha se estima en alrededor de 380 mil millones de pesos, destacando la participación de los diecinueve municipios productores de café en la región. Benjamín Pardo, director ejecutivo interino del Comité, mencionó que las expectativas también son alentadoras en los departamentos vecinos: La Guajira prevé una recolección de 2.2 millones de kilos y Bolívar de 1.4 millones de kilos.

“Es crucial que los caficultores permanezcan atentos a las alertas climáticas para garantizar una buena post cosecha. Actualmente, el precio del café por bulto ronda los 2.2 millones de pesos, y se deben considerar las variaciones en el tipo de cambio”, señaló Pardo.

Para asegurar un entorno seguro durante la cosecha, el Comité de Cafeteros ha establecido una colaboración con la Policía Nacional, el Ejército y las Alcaldías Municipales. La Gobernación del Cesar también llevó a cabo un consejo de seguridad extraordinario con las fuerzas públicas para implementar medidas de orden público en las áreas cafetaleras.

Adicionalmente, el alcalde de Pueblo Bello, Alfredo Bohórquez, destacó el trabajo conjunto con las asociaciones de campesinos y la Federación Nacional de Cafeteros para desarrollar una estrategia de seguridad que brinde protección a los caficultores. Esta iniciativa se complementa con el lanzamiento de la estrategia “Más cerca del campo” por parte de la Policía Metropolitana de Valledupar, que busca ofrecer apoyo a los más de 1,200 cafeteros de la región.

La cosecha de café no solo representa un motor económico para el Cesar, sino que también es fundamental para la comunidad cafetera que depende de esta actividad para su sustento.