En un significativo acto, el alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, entregó las llaves de la ciudad al Embajador de España en Colombia, Joaquín María de Arístegui Laborde, en un gesto que simboliza el fortalecimiento de la cooperación entre ambos países, especialmente en el contexto de las celebraciones por el Quinto Centenario de la ciudad.
Durante la ceremonia, celebrada en el despacho del alcalde, se destacó la rica historia de colaboración entre España y Santa Marta. El alcalde Pinedo enfatizó la necesidad de unir esfuerzos para abordar las brechas sociales y económicas que enfrenta la ciudad. «España puede ser un aliado estratégico en diversas áreas, desde la inversión económica hasta el apoyo técnico en proyectos clave para nuestro desarrollo local», señaló.
Uno de los momentos destacados fue la propuesta de crear el primer Centro Cultural de España en Santa Marta, presentada por Marcela Sierra, Gerente de Ciudad. Esta iniciativa, que coincidiría con las conmemoraciones del quinto centenario, busca no solo enriquecer la oferta cultural de la ciudad, sino también atraer turismo. Además, se abordó la posibilidad de que el buque escuela español «Juan Sebastián de Elcano» visite Santa Marta en mayo del próximo año, como parte de las festividades.
El embajador Arístegui Laborde mostró su disposición para respaldar estas iniciativas y se comprometió a llevarlas a consideración en el próximo plan de cooperación cuatrienal. «Santa Marta tiene un potencial inmenso y estamos aquí para apoyarlo, no solo con ayuda humanitaria, sino con una inversión integral para su desarrollo», afirmó.
La conversación también incluyó la revitalización del Centro Histórico de Santa Marta, tomando como referencia la exitosa experiencia de Cartagena. Carlos Jaramillo, secretario de Desarrollo Económico y Competitividad, sugirió que la colaboración con España podría ser clave para convertir este espacio en un centro cultural y turístico vibrante.
El encuentro culminó con la entrega de un libro que documenta 30 años de cooperación patrimonial entre ambos países, con la promesa de incluir un capítulo especial sobre Santa Marta.
Este gesto refuerza el compromiso de España como un socio estratégico en el desarrollo cultural y económico de la ciudad, a medida que se preparan para un nuevo capítulo en su rica historia.