El expresidente Álvaro Uribe critica la política exterior del país y advierte sobre el impacto de la crisis energética en los hogares colombianos.
Desde la capital del Atlántico, el expresidente Álvaro Uribe Vélez hizo un llamado al próximo gobierno de Colombia para que, antes de asumir el poder, busque «arreglar las relaciones con Israel» como un gesto de sinceridad y diplomacia. Uribe, quien ha sido un defensor de una política exterior estratégica, argumentó que este paso es esencial para mantener la estabilidad y fortalecer la cooperación en áreas clave como la aviación, los repuestos y la tecnología con el país de Medio Oriente.
Uribe manifestó su respaldo a «la política de dos Estados», resaltando la importancia de mantener relaciones diplomáticas con ambas partes del conflicto israelí-palestino. Según el exmandatario, la clave está en una postura equilibrada que no se limite a señalar errores de un solo lado: “Yo sinceramente creo que no es el tema de haber hecho lo que se hizo con Israel; yo creo que aquí se podría tener, si se quiere protagonismo internacional, una política de reconocimiento en los dos Estados y en relaciones con ambos. Señalar y criticar cada que, cualquiera de los dos, cometan un exceso”, puntualizó.
El expresidente también expresó su preocupación sobre el futuro del Centro Democrático de cara a los comicios de 2026. Uribe enfatizó que el enfoque del partido no debe centrarse únicamente en ganar elecciones, sino en realizar un análisis profundo y una autocrítica sobre lo ocurrido en las votaciones de 2022. Este enfoque, según Uribe, es vital para evitar los errores del pasado y consolidar una propuesta política más robusta y alineada con las necesidades del país.
Además de sus reflexiones sobre la política exterior y su partido, Uribe mostró gran inquietud por la actual situación energética del país. Aseguró que las políticas climáticas han afectado la producción de gas y otras fuentes de energía, lo que podría desencadenar una crisis sin precedentes. «El cambio climático acabaron con el gas, ¿qué van a hacer en los hogares de ustedes, en el mío, en un momento en que Colombia no tenga gas o que suban exageradamente el precio por la importación?», expresó Uribe, planteando un escenario preocupante para millones de colombianos.
El exmandatario destacó los problemas asociados con la transición energética, criticando la falta de liderazgo en proyectos clave como los de energía eólica y solar en La Guajira, donde la falta de consenso con la comunidad ha frenado la instalación de líneas de transmisión. «No ha habido liderazgo para que la comunidad de La Guajira acepte instalar las líneas de transmisión. Entonces los proyectos que el Gobierno anterior había contratado de energía eólica y solar se quedaron en el aire y los inversionistas están yendo. La receta fundamentalista es grave”, sostuvo.
En sus intervenciones, Uribe insistió en que la transición energética debe ser acelerada, pero sin caer en posturas extremas que puedan agravar la situación. “Para Uribe es necesario reconocer los problemas, pero no ser ‘fundamentalista’ en las soluciones; al tiempo pidió acelerar la transición, aseverando que la receta fundamentalista es grave”, subrayó, advirtiendo que las decisiones tomadas sin una visión integral y pragmática podrían llevar al país a un punto crítico.
El expresidente, quien se encuentra en Barranquilla dictando conferencias sobre liderazgo, tendrá una participación destacada en el cierre del Congreso Nacional de Comerciantes Empresarios Fenalco 2024, que reúne a diversos líderes gremiales, alcaldes y expresidentes. En este evento, Uribe se espera que aborde de manera más profunda sus perspectivas sobre el rumbo del país y las políticas que considera esenciales para el futuro de Colombia.
Las declaraciones de Uribe ponen de relieve no solo su preocupación por la política exterior y energética de Colombia, sino también su visión sobre la necesidad de un liderazgo más estratégico y pragmático. La advertencia sobre el manejo de la transición energética y la falta de consenso en proyectos clave subraya los desafíos que enfrenta el país en un contexto global de crisis climática y seguridad energética.
Uribe destaca la importancia de ajustar políticas sin caer en extremos, buscando un equilibrio que permita avanzar sin comprometer la estabilidad del país. Su llamado a mejorar las relaciones internacionales y a reflexionar sobre los errores políticos pasados invita a una autocrítica necesaria para construir un futuro más sólido y coherente para Colombia.