César Ferrari, superintendente financiero, comenta la suspensión del software para el intercambio de información financiera a Colombia y la reacción del gobierno ante la situación.
En el contexto de la reciente decisión del Egmont Group de suspender el software utilizado por Colombia para el intercambio de información financiera, el superintendente financiero, César Ferrari, se pronunció sobre esta delicada situación. La medida, que afecta la capacidad del país para compartir inteligencia financiera, fue impulsada tras la divulgación de información confidencial por parte del presidente Gustavo Petro relacionada con la adquisición del software espía conocido como ‘Pegasus’.
Durante su intervención en la convención internacional de seguros, Ferrari expresó su esperanza de que este conflicto se resuelva pronto, afirmando que se trataría de un “malentendido”. “El grupo es un grupo consultivo, según entiendo, y como consultivo, está presto a consultar. En este caso, al haber salido Colombia de este grupo, pues no tiene verte esa posibilidad, pero yo espero que eso pronto se resuelva porque parece que es un malentendido”, declaró el superintendente, subrayando su optimismo frente a la situación.
Ferrari también enfatizó que la suspensión del software no afecta todas las vías de inteligencia disponibles para el país. “Esta no es la única fuente de información que tiene Colombia y tampoco la más importante, ni la que da mayor seguridad a la información”, indicó, añadiendo que existen múltiples fuentes a través de las cuales se comparte información y se obtiene inteligencia, lo que garantiza un flujo de datos necesario para la lucha contra el financiamiento del terrorismo.
Es importante destacar que el Egmont Group notificó hace unos días que suspendía el uso de su software para Colombia, el cual es empleado por 177 países para la colaboración en la lucha contra delitos relacionados con el financiamiento del terrorismo. Esta decisión fue motivada por los comentarios del presidente Petro, quien reveló detalles confidenciales sobre la compra del mencionado software, que costó más de USD 11 millones durante el gobierno de Iván Duque.
La organización internacional enfatizó la necesidad de que sus miembros mantengan su autonomía y independencia operativa, libres de cualquier tipo de influencia o interferencia política. En este sentido, el Egmont Group dejó claro que las acciones recientes de Colombia contradicen sus principios fundacionales, lo que llevó a la decisión de suspender el acceso al software.
Este giro en los acontecimientos subraya la importancia de la confidencialidad y la correcta gestión de la información en el ámbito de la seguridad financiera. La respuesta del gobierno y la Superintendencia Financiera serán cruciales en el manejo de esta crisis y en la búsqueda de soluciones que permitan reinstaurar la confianza y la colaboración internacional en la lucha contra el crimen organizado.