Por: CARLOS LOZANO
El artículo de Reynaldo Mora Mora, “Tribuna pedagógica: Preguntas curriculares problematizadoras” publicado en el diario “La Libertad” el 9 de septiembre de 2024, plantea una aguda crítica al sistema educativo colombiano, centrándose en la problemática que representa el acceso a la educación superior a través de pruebas estandarizadas, como las aplicadas por el Icfes. A lo largo de su análisis, Mora Mora evidencia las profundas desigualdades estructurales que perpetúan estas políticas y aboga por una reforma sustancial que conciba la educación como un derecho fundamental y universal.
Este ensayo analizará las principales ideas expuestas en la tribuna pedagógica y discutirá su relevancia en la construcción de un sistema educativo más equitativo y justo en Colombia.
Uno de los principales argumentos de Mora Mora es que el actual sistema de ingreso a la educación superior, basado en pruebas estandarizadas, se presenta como un mecanismo que, lejos de generar igualdad de oportunidades, perpetúa la exclusión de los sectores más vulnerables de la sociedad. Mora Mora critica la lógica meritocrática que subyace en estas pruebas, las cuales evalúan de manera uniforme a estudiantes de contextos radicalmente diferentes. Así, el rendimiento de un joven de una región marginada, como el Chocó, es juzgado bajo los mismos parámetros que el de un estudiante de Bogotá, sin considerar las enormes disparidades en cuanto a recursos, infraestructura, formación docente y oportunidades de aprendizaje.
Este enfoque meritocrático, según Mora Mora, no es solo injusto, sino también moralmente cuestionable.
Al responsabilizar a los estudiantes por su incapacidad de alcanzar los estándares exigidos, el sistema ignora las fallas estructurales que obstaculizan el acceso a una educación de calidad para todos. La meritocracia, en este contexto, no premia el esfuerzo o el talento de los individuos, sino que legitima las desigualdades preexistentes al favorecer a aquellos que ya están en una posición de ventaja. Este argumento es clave para entender cómo las pruebas estatales no son una solución a la desigualdad, sino un reflejo de la misma.
Mora Mora propone, en contraposición a este sistema excluyente, una reforma educativa que transforme radicalmente las condiciones de acceso a la educación superior en Colombia. Plantea que el Estado debe asumir la responsabilidad de garantizar una educación pública y gratuita de calidad para todos los ciudadanos, sin las barreras impuestas por pruebas estandarizadas que perpetúan la discriminación.
Para lograr esto, el autor sugiere que los recursos del país, como los que actualmente se destinan a la subvención de la gasolina o al pago de la deuda externa, podrían ser redirigidos hacia la construcción de complejos educativos, la mejora de la infraestructura escolar y el fortalecimiento de las universidades públicas.
Esta propuesta pone en el centro del debate la cuestión de la justicia social y la equidad. Mora Mora no solo aboga por la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación, sino también por una transformación ética y moral en la forma en que entendemos el papel del Estado en la construcción de una sociedad más justa. La educación, para él, no puede ser vista como un privilegio al que acceden unos pocos, sino como un derecho universal que debe ser garantizado por el Estado como mecanismo para reducir las desigualdades sociales y promover el bienestar común. Uno de los puntos más potentes del texto es la visión de la educación como un bien común y un derecho universal. Mora Mora sugiere que el acceso a la educación no puede depender de factores externos como las condiciones socioeconómicas o las diferencias geográficas. La educación debe ser accesible para todos, y el Estado tiene el deber de garantizarla como un pilar fundamental del desarrollo humano y social.
En este sentido, el autor propone un replanteamiento radical del modelo educativo, que no solo se limite a garantizar el acceso a la educación superior, sino que también transforme las condiciones de las instituciones educativas en todo el país. Mora Mora aboga por la creación de escuelas seguras, limpias y equipadas, y por el desarrollo de infraestructuras de investigación y redes de bibliotecas que permitan a los estudiantes de todas las regiones acceder a las mismas oportunidades de aprendizaje. Este enfoque, que prioriza la igualdad de condiciones para todos los ciudadanos, es esencial para construir una sociedad más equitativa y justa.
El artículo de Reynaldo Mora Mora es un llamado urgente a repensar el sistema educativo colombiano, que ha sido estructurado sobre bases que perpetúan la desigualdad y la exclusión.
Su crítica a la meritocracia y las pruebas estandarizadas pone en evidencia la necesidad de una reforma educativa que sea inclusiva, equitativa y centrada en la justicia social. Mora Mora plantea que el acceso a la educación superior no puede seguir siendo un privilegio, sino un derecho fundamental que debe ser garantizado por el Estado. En una sociedad como la colombiana, donde las desigualdades socioeconómicas y territoriales son profundas, la educación se presenta como el principal mecanismo para reducir estas brechas y promover una mayor inclusión social. Para lograr esto, es fundamental que el Estado asuma un rol activo y comprometido en la creación de un sistema educativo que ofrezca oportunidades reales a todos los ciudadanos, sin importar su origen o condición. En este sentido, el artículo de Mora Mora nos invita a reflexionar sobre el papel de la educación en la construcción de una sociedad más justa y equitativa, y nos desafía a imaginar un futuro donde la igualdad educativa sea una realidad para todos. Este texto hace parte de los Talleres de Lectura y Escritura de Procesos Curriculares en la formación de Licenciados en Ciencias Sociales de la Facultad de Ciencias de la Educación en la Universidad del Atlántico (II-2024).