Meses después del escándalo de corrupción relacionado con la compra de carrotanques destinados a llevar agua a comunidades indígenas en La Guajira, estos vehículos se encuentran abandonados y en mal estado en dos bases militares de la región. Pese a la promesa del presidente Gustavo Petro de mejorar el acceso al agua, la situación sigue siendo crítica.

Los carrotanques, que debían aliviar la falta de agua en las comunidades indígenas, están varados en una base militar en Uribia y en el Batallón de Infantería Mecanizado número 6 en Riohacha. Líderes sociales han denunciado que muchos de estos vehículos presentan daños severos, como llantas pinchadas y vidrios rotos, expuestos a las inclemencias del tiempo.
«Vemos unos carros en estado de abandono, allí tirados en los batallones. Queremos una explicación pública del presidente Gustavo Petro y que la Fiscalía investigue a los responsables de este robo hacia los niños indígenas wayúu de La Guajira«, expresó Eudes Romero, líder social de la región.

La corrupción en la Unidad de Gestión del Riesgo (UNGRD) ha dejado a muchas comunidades sin la promesa de agua potable. En lugar de recibir agua de los carrotanques, los habitantes se ven obligados a recurrir a viejos pozos y fuentes cercanas. «Esos vehículos no se pueden convertir en un símbolo de la corrupción. El Gobierno debe acelerar la judicialización y garantizar que los responsables paguen por sus actos», demandó José Silva, líder wayúu para los Derechos Humanos.

La Fiscalía ha iniciado investigaciones sobre el escándalo, que involucra a nueve congresistas y ha solicitado prisión para ex directivos acusados de corrupción. Sin embargo, mientras se llevan a cabo las indagaciones, las comunidades indígenas continúan sufriendo la falta de agua, demandando respuestas y soluciones urgentes.
“Queremos saber quiénes son los responsables de este masivo y funesto robo”, concluyó Romero, enfatizando la necesidad de justicia para los niños wayúu y la población afectada.
