El alcalde de Santa Catalina, Arnaldo Beltrán, ha emitido una grave alerta sobre el deterioro crítico del Puente Capote, una estructura clave que conecta el municipio con los corregimientos de Loma de Arena, Hobo, Colorado, Pueblo Nuevo y Galerazamba.
Según Beltrán, la situación del puente no solo representa un riesgo inmediato para la seguridad de los habitantes, sino que también amenaza la economía de la región.
“El Puente Capote se ha convertido en una bomba de tiempo. La carretera ha comenzado a ceder de manera alarmante, con un hundimiento de aproximadamente 50 centímetros, lo que convierte al puente en una amenaza para quienes lo utilizan diariamente”, explicó el alcalde.
En la actualidad, solo un carril del puente está operativo, lo que ha llevado a una saturación peligrosa, con vehículos de todo tipo transitando por un espacio limitado.
El alcalde también advirtió sobre las consecuencias económicas que podría tener el colapso del puente, señalando que muchas comunidades dependen del turismo para su sustento.
“Si el puente se colapsa, las repercusiones serían devastadoras. La economía local, centrada en el turismo, se vería gravemente afectada, sumiendo a la región en una crisis”, afirmó Beltrán.
La situación se complica aún más debido a que el puente está situado sobre el Arroyo Chiquito, un cuerpo de agua que recoge las corrientes de Santa Catalina y Clemencia. “Un colapso no solo significaría la pérdida de la vía, sino también un peligro adicional por la profundidad del arroyo”, advirtió.
Ante este crítico escenario, el alcalde ha hecho un enérgico llamado al Gobierno Nacional y Departamental para que intervengan de manera urgente. “Es esencial que ambos gobiernos actúen de inmediato para rehabilitar el puente y la vía. No podemos esperar a que ocurra una tragedia. Necesitamos una intervención rápida que garantice la seguridad de nuestros ciudadanos y la continuidad de nuestras actividades económicas”, concluyó.
La situación del Puente Capote exige atención inmediata para evitar un colapso que podría tener graves consecuencias para las comunidades de Santa Catalina y sus alrededores.