Oposición insta a Petro a reactivar órdenes de captura contra el ELN tras atentado en Arauca

El reciente atentado contra una base militar en Arauca, que resultó en la muerte de tres soldados y más de 20 heridos, ha generado un clima de tensión política en Colombia. Este suceso ha llevado al gobierno del presidente Gustavo Petro a cerrar el proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), lo que ha provocado una fuerte reacción de la oposición, que exige medidas más drásticas contra este grupo guerrillero.

El partido Centro Democrático ha sido el vocero principal de estas exigencias, solicitando al mandatario que reactive las órdenes de captura contra los miembros del ELN y que se intensifiquen las operaciones militares en su contra. En este contexto, el senador Miguel Uribe subrayó la necesidad de adoptar una “política de seguridad” que lleve al sometimiento de los criminales ante la ley. “Le exijo al Gobierno de Gustavo Petro que reactive las órdenes de captura en contra de los criminales del ELN”, declaró.

Uribe criticó la actual estrategia de paz del presidente, afirmando que “esta farsa de la paz total debió acabarse hace mucho tiempo, el presidente Petro se le arrodilló a los criminales y hoy es cómplice de todos los delitos cometidos por ellos, de su crecimiento y del terror que viven los colombianos”. Esta declaración refleja un creciente descontento en sectores de la oposición, que ven en el proceso de paz una oportunidad perdida para restaurar la seguridad en el país.

El senador también destacó que el ELN ha aumentado su presencia territorial en un 22% desde 2022, extendiendo su influencia de 189 a 232 municipios hasta abril de 2024. “Petro nos está devolviendo a lo peor de la violencia del pasado. Se requiere una política de seguridad para proteger y poner orden en el país. Solo la mano firme en contra de todos los bandidos puede proteger a las familias colombianas”, aseguró Uribe, haciendo hincapié en la necesidad de recuperar la seguridad en el territorio nacional.

Asimismo, el dirigente político abogó por un fortalecimiento de la Fuerza Pública, afirmando que “la seguridad volverá y los colombianos volverán a sentirse protegidos. Nuestra Fuerza Pública tendrá una vez más el respaldo necesario para enfrentar a los criminales y recuperar el monopolio de la fuerza en todo el territorio nacional”.

A pesar del cierre oficial del proceso de paz con el ELN, el presidente Petro ha dejado entrever la posibilidad de reanudar los diálogos en el futuro. Sin embargo, el llamado de la oposición a adoptar medidas más severas contra la guerrilla podría complicar aún más la situación y generar un ambiente de incertidumbre en el país.

El dilema que enfrenta el gobierno radica en equilibrar la búsqueda de la paz con la seguridad nacional. Mientras la oposición clama por una respuesta militar más contundente, el presidente Petro deberá considerar cómo sus decisiones influirán en la percepción pública y en la estabilidad del país. La situación del ELN, en medio de un proceso de paz tambaleante, refleja los desafíos persistentes en el camino hacia una Colombia más segura y unida.