La senadora María Fernanda Cabal expresó sus temores por lo que suceda en dos años, trazó desde ya las líneas de lo que será su aspiración e incluso, se refirió a otros contendores como Miguel Uribe, Germán Vargas Lleras o Vicky Dávila. S
Su conclusión fue tajante, y fue que en “2026 será una batalla entre mujeres”.
La hoy congresista tocó temas como la seguridad, la economía y la realidad de los diálogos de paz.
«Si uno no aplica las funciones constitucionales que el Estado le otorga a la Fuerza Pública y a los jueces, pues no habría sencillamente Estado de derecho. Hay que volver a retomar el control de los territorios. Se logró en 2002: en un año el presidente Uribe le había devuelto la libertad de los colombianos», dijo.
«No creo en diálogos mientras usted no ejerza la función constitucional de salvaguardar los derechos de los demás colombianos afectados por los grupos violentos», agregó.
En cuanto a los recientes atentados que se le han atribuido al ELN, la congresista manifestó: «Es necesario el control territorial. Los corredores de la criminalidad son los mismos. La geografía no ha cambiado. Por donde sale la coca entran las armas y pasa el tráfico de personas. De ahí se va creando toda una empresa criminal que ya no es local ni nacional, sino transnacional. Se pacta con el Cartel de Los Soles, se pacta con el Cartel de Sinaloa y todas estas redes lo único que hacen es deteriorar la capacidad del Estado de brindar protección a sus ciudadanos».
«Hay que retomar el uso del apoyo aéreo, que es una capacidad superior que tiene la Fuerza Pública y aquí prácticamente se dejó de lado. En todas las montañas donde tienen control los grupos ilegales salen las órdenes para asesinar policías, soldados y civiles. Desde ahí salen los drones que compran, porque aquí se restringió el porte legal para el civil, pero no hay forma de controlar cuatro millones de armas ilegales que entran de forma permanente sobre todo por la frontera con Venezuela», detalló.
Al mismo tiempo, se refirió a la erradicación y el problema de cultivos de uso ilícito, ¿le apostaría a volver a la fumigación con glifosato?
«Sea glifosato o sea cualquier otro método. Yo no voy a exponer las piernas ni la vida de soldados, policías y radicadores por un cuento que se inventaron en la época de Juan Manuel Santos. El cuento, que terminó siendo recogido en una sentencia absurda de la Corte Constitucional, dice que el glifosato da cáncer y que las comunidades se veían afectadas por las aspersión. Eso es una mentira», indicó.
El Acuerdo de La Habana y todas las sesiones que hicieron son, de verdad, moralmente inaceptables, como darles curules a estos bandidos o hacer un tribunal especial para castigar a la Fuerza Pública y exonerar a las guerrillas terroristas. No hay ninguna simetría, ni ningún equilibrio. Eso es mentira. Obligan al militar, aun cuando solo tenga una acusación por parte de la Fiscalía. Esa presunción de culpabilidad prima sobre la presunción de inocencia y tiene que pasar cinco años detenido mientras otorgaron miles de amnistías a los guerrilleros.