Kamala Harris propone un segundo debate presidencial, pero Donald Trump lo rechaza ante la inminente votación anticipada

En un giro inesperado en la campaña electoral de Estados Unidos, Kamala Harris ha anunciado su disposición para participar en un segundo debate presidencial contra Donald Trump, programado para el 23 de octubre. Este anuncio ha generado gran expectación, especialmente con las elecciones del 5 de noviembre a la vuelta de la esquina. Sin embargo, la respuesta de Trump ha sido negativa, señalando que la organización del debate es «demasiado tarde» debido al inicio de la votación anticipada en varios estados.

La directora de campaña de Harris, Jen O’Malley Dillon, ha resaltado la relevancia de los debates como una herramienta fundamental para que los votantes puedan apreciar claramente las diferencias entre los candidatos. Además, la campaña demócrata ha subrayado que es inusual que solo se lleve a cabo un debate antes de las elecciones, lo que aumenta la urgencia de la propuesta de Harris.

El primer debate, celebrado el 10 de septiembre, fue percibido como un triunfo para la vicepresidenta, quien desafió a Trump y lo sacó de su zona de confort en múltiples ocasiones. Sin embargo, la posibilidad de un segundo encuentro aún está en el aire debido a la negativa del ex presidente.

A medida que avanza la votación anticipada en algunos estados, las encuestas muestran una contienda reñida entre Harris y Trump. Las decisiones de los votantes en estos estados clave se tornan cruciales para el futuro político del país. Con el reloj en marcha, la atención se dirige a cómo se desarrollará la campaña en las semanas restantes hasta las elecciones, en un contexto electoral ya marcado por su naturaleza histórica y polarizadora.