Jefferson David Granados Tapias fue atacado por dos sujetos en el barrio Me Quejo; el crimen estaría relacionado con su reciente salida de la cárcel.
En un trágico hecho ocurrido la noche de este viernes 20 de septiembre de 2024, aproximadamente a las 8:00 p.m., la violencia volvió a golpear las calles de Barranquilla. El barrio Me Quejo, ubicado en el suroccidente de la ciudad, fue escenario de un homicidio que, según las primeras indagaciones, podría tratarse de un ajuste de cuentas. La víctima fue identificada como Jefferson David Granados Tapias, un hombre de 29 años que, según medios locales, había salido de prisión apenas dos días antes del ataque.
El crimen se produjo en la calle 82 con carrera 23, donde Granados Tapias se encontraba en las afueras de una vivienda cuando fue abordado por dos sujetos que se desplazaban a pie. Los testigos relataron que los agresores actuaron de manera fría y calculada, disparando a quemarropa sin intercambiar palabras. El impacto de las balas fue letal, y Granados Tapias falleció en el lugar, sin que hubiera tiempo de trasladarlo a un centro médico.
«Abordado en vía pública por dos sujetos a pie y con arma de fuego le causan las heridas«, señalaron las autoridades en su informe preliminar. El cuerpo de Granados quedó tendido en la vía mientras los atacantes huían rápidamente. A pesar de los esfuerzos por localizar a los sicarios, hasta el momento no se tienen pistas sobre su paradero.
Investigadores del CTI de la Fiscalía llegaron al lugar de los hechos poco después del homicidio para realizar la inspección técnica de la escena del crimen. Posteriormente, el cuerpo fue trasladado a la morgue de Medicina Legal para los trámites forenses pertinentes. Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar si el asesinato está directamente vinculado con la reciente liberación de Granados Tapias de la cárcel.
Un medio local reveló según algunas fuentes que Jefferson David Granados Tapias, era el séptimo de diez hermanos, lo que ha dejado a su familia devastada ante la trágica noticia. Las circunstancias de su asesinato refuerzan la hipótesis de un ajuste de cuentas, un tipo de crimen que se ha vuelto demasiado común en los sectores más vulnerables de Barranquilla.
Este caso no es aislado. Las tensiones en las zonas periféricas de la ciudad han incrementado, especialmente con la creciente actividad de sicarios y la resolución de conflictos a través de la violencia armada. Granados Tapias, que llevaba tan solo dos días de libertad, podría haber sido el blanco de represalias por asuntos no resueltos durante su tiempo en prisión. Sin embargo, las autoridades no descartan otras hipótesis mientras continúan las pesquisas.