Antonio García, comandante del ELN, responde a la suspensión de las conversaciones por parte del Gobierno, afirmando que la negociación puede seguir en medio de las operaciones militares.
Este jueves, Antonio García, comandante del Ejército de Liberación Nacional (ELN), respondió al anuncio del presidente Gustavo Petro sobre la suspensión de las negociaciones de paz entre el Gobierno y ese grupo armado, tras un ataque perpetrado por la guerrilla contra una base militar en Arauca. A pesar de la decisión del Gobierno de suspender temporalmente la mesa de diálogos, García asegura que el proceso de paz no se ha roto y puede continuar incluso en el marco de las operaciones militares activas.
El atentado, que tuvo lugar en la guarnición militar de Puerto Jordán, Arauca, dejó como saldo la muerte de dos soldados y 29 heridos, lo que motivó la suspensión de las conversaciones. Sin embargo, García declaró a través de su cuenta de X (anteriormente Twitter) que “aún en medio de las operaciones militares pueden continuarse los procesos de paz, eso han hecho en varios momentos diferentes gobiernos, ahora no puede ser la excepción”, reafirmando su postura de mantener las negociaciones a pesar de los enfrentamientos.
En su respuesta directa a las declaraciones del presidente, García fue enfático al señalar que «quien rompe es el Presidente @petrogustavo con sus declaraciones», insinuando que la decisión de interrumpir las conversaciones proviene únicamente del Gobierno. Asimismo, el líder guerrillero afirmó que el proceso de paz está «congelado» debido a lo que considera incumplimientos por parte del Gobierno en los acuerdos pactados.
El ELN había ofrecido un compás de espera para intentar recomponer el cese al fuego bilateral que, según García, no pudo ser prorrogado. Sin embargo, esto no significa que el grupo haya renunciado a las negociaciones. «El proceso de paz entre el Gobierno y el ELN está congelado por incumplimientos de acuerdos por parte del Gobierno», añadió García, en un intento por justificar la continuidad de las hostilidades y al mismo tiempo mantener abierta la posibilidad de retomar el diálogo.
A raíz de los hechos violentos en Arauca, el Ministro de Defensa y el Comandante de las Fuerzas Militares ordenaron la reanudación de las operaciones ofensivas contra el ELN. No obstante, García recalcó que, a pesar de esta decisión militar, el proceso de paz no está roto. “Pero nunca hemos dicho que el proceso de paz esté roto”, reiteró, buscando subrayar que, a su juicio, las conversaciones pueden coexistir con la confrontación armada.
Hasta el momento, la Delegación del ELN, encargada de los diálogos con el Gobierno Nacional, no se ha pronunciado oficialmente respecto a la suspensión de la mesa de conversaciones por parte del presidente Petro. Esta decisión fue tomada tras el atentado en Puerto Jordán, donde la guerrilla atacó con explosivos una base militar, lo que ha complicado significativamente el panorama de la negociación.
A pesar de este duro golpe al proceso de paz, García parece mantener la puerta abierta para retomar las conversaciones, insistiendo en que la vía del diálogo debe prevalecer incluso en medio de los enfrentamientos. Esta postura refleja la tensión entre la necesidad de poner fin al conflicto y la realidad de una guerra activa que continúa afectando diversas regiones del país, en especial en zonas como Arauca, donde la guerrilla sigue teniendo una fuerte presencia.
El Gobierno Nacional, por su parte, enfrenta el reto de encontrar un balance entre garantizar la seguridad de sus fuerzas militares y avanzar en un proceso de paz que parece estar lleno de obstáculos y retrocesos. Con las operaciones militares en curso y las negociaciones suspendidas, el futuro de la paz con el ELN sigue siendo incierto, pero lo que está claro es que la continuidad del conflicto amenaza con prolongar el sufrimiento de las comunidades en las zonas más afectadas por la violencia.