Edmundo González es reconocido como presidente legítimo de Venezuela por el Parlamento Europeo

Edmundo González Urrutia

El Parlamento Europeo emitió este jueves una resolución que reconoce a Edmundo González Urrutia como el presidente legítimo y democráticamente electo de Venezuela, en una movida que refleja la división política dentro del organismo. La resolución no es vinculante, pero fue aprobada con el respaldo de los eurodiputados del Partido Popular Europeo (PPE), junto con los votos de los ultraconservadores y la extrema derecha.

Con 309 votos a favor, 201 en contra y 12 abstenciones, el texto también otorga el reconocimiento a María Corina Machado como líder de las fuerzas democráticas venezolanas. Sin embargo, una enmienda promovida por socialdemócratas, liberales y verdes impidió que la resolución exigiera formalmente a la Unión Europea (UE) y a sus Estados miembros que se unan en el reconocimiento de González como presidente.

Esta es la primera vez en la actual legislatura que el PPE se alinea con la extrema derecha en lugar de mantener su tradicional apoyo a los bloques de izquierda, como los socialdemócratas, liberales y verdes, que suelen llegar a consensos en las decisiones del Parlamento Europeo.

Los socialdemócratas, que coinciden con gran parte del texto, se opusieron al reconocimiento de González como presidente, considerando que trabajar junto con la extrema derecha traspasaba una línea roja. Asimismo, los liberales, que también rechazaron esta colaboración, optaron por no emitir su voto en señal de protesta, mientras que los Verdes siguieron una postura similar.

Un pequeño grupo de socialistas portugueses y un liberal rompieron con la postura de sus respectivos grupos y votaron a favor del reconocimiento. Además, el grupo Europa de las Naciones Soberanas, que también representa una corriente de extrema derecha más pequeña, no participó en la negociación de la resolución, pero apoyó la moción mayoritariamente.

En la resolución, el Parlamento Europeo insta a la Unión Europea y a sus Estados miembros a hacer «lo máximo posible» para que González asuma la Presidencia de Venezuela el próximo 10 de enero de 2025. Además, los eurodiputados subrayan que «el respeto de la voluntad del pueblo venezolano, expresada en las elecciones, sigue siendo la única vía para que Venezuela restablezca la democracia, permita una transición pacífica y auténtica y resuelva la actual crisis humanitaria y socioeconómica».

El texto también llama a la Corte Penal Internacional (CPI) a investigar las violaciones de derechos humanos y detenciones arbitrarias en Venezuela, dentro del marco de las investigaciones sobre los crímenes contra la humanidad presuntamente cometidos por el régimen de Nicolás Maduro. Maduro fue proclamado presidente por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela, a pesar de no presentar las actas de votación de manera transparente como lo exige la ley.

Asimismo, la resolución pide la «liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos y las personas detenidas arbitrariamente» en Venezuela. También se aplaude la decisión del Gobierno español de otorgar asilo político a Edmundo González, una medida que, según los eurodiputados, permite «protegerle y mantener una perspectiva viable de resolución del estancamiento político».

El Parlamento Europeo también instó a los gobiernos de la UE y al alto representante de Política Exterior, Josep Borrell, a restaurar las sanciones contra los miembros del Consejo Nacional Electoral de Venezuela, como un gesto de buena voluntad. Asimismo, se recomienda que las sanciones contra el régimen de Maduro se mantengan y se amplíen.

Finalmente, los eurodiputados advierten que si para el 10 de enero de 2025 no se produce una transferencia pacífica del poder y el restablecimiento de la democracia en Venezuela, se podría desencadenar un nuevo éxodo migratorio similar al que ya ha obligado a cerca de ocho millones de venezolanos a huir del país en los últimos años.

Esta resolución pone al Parlamento Europeo en una posición simbólicamente más avanzada que el Consejo de la Unión Europea, que en agosto de este año decidió no reconocer a Maduro como presidente, pero tampoco a González Urrutia. Aunque el gesto no es vinculante, refleja las crecientes tensiones dentro de la Eurocámara sobre la política hacia Venezuela.