Crece la polémica en España: acusan al gobierno de Pedro Sánchez de complicidad en la coacción de Edmundo González en Venezuela

El ambiente político en España se ha visto sacudido por un nuevo escándalo que involucra a la embajada española en Venezuela. Varios diplomáticos españoles están bajo la lupa por presuntamente permitir que el régimen de Nicolás Maduro coaccionara a Edmundo González Urrutia, líder opositor y presidente electo de Venezuela en el exilio. González, quien salió recientemente hacia España, habría firmado un documento bajo presión en la embajada española, lo que ha generado fuertes críticas en ambos países.

El detonante de esta controversia fue la publicación de una fotografía que muestra a González acompañado por dos altos funcionarios del régimen venezolano: Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, y Delcy Rodríguez, vicepresidenta del país. Según fuentes opositoras, después de ese encuentro, González habría reconocido los resultados electorales que dieron la victoria a Nicolás Maduro en las elecciones del 28 de julio, lo que ha sido interpretado como un acto de coacción.

Denuncias desde España: «Un acto de sumisión al chavismo»

La respuesta desde el Partido Popular (PP), principal partido de la oposición en España, ha sido contundente. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid y miembro del PP, criticó duramente al gobierno de Pedro Sánchez, señalando en su cuenta de X: “Una comisión creada por decreto, sin pasar por el parlamento, hecha desde el ejecutivo, para controlar a la prensa. Adelantamos a Venezuela por la izquierda”, haciendo alusión a la portada del medio ABC, donde se leía: «El chavismo coaccionó a Edmundo González en la residencia del embajador español ante un mediador de Zapatero».

Por su parte, el diputado Miguel Tellado declaró que “la embajada española fue utilizada por la dictadura venezolana como un piso franco para coaccionar, chantajear y presionar al presidente electo de Venezuela”. Según Tellado, varias figuras políticas españolas tenían conocimiento de estos hechos. Además, la portavoz del partido en el Senado, Alicia García, calificó lo sucedido como «un acto descarado de sumisión al chavismo» y afirmó que el gobierno de Pedro Sánchez estaba «conchabado» con el régimen de Maduro.

La coacción en la embajada: el relato de Edmundo González

Edmundo González, ahora exiliado en España, ha relatado su experiencia con detalle. En su relato, afirmó que Jorge Rodríguez y Delcy Rodríguez se presentaron en la embajada española con un documento que debía firmar para poder abandonar Venezuela. «El presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, y la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, se presentaron con un documento que tendría que refrendar para permitir mi salida del país, en otras palabras, o firmaba o me atenía a las consecuencias», explicó. Añadió que fue sometido a horas de “coacción, chantajes y presiones”, las cuales lo llevaron a tomar la difícil decisión de firmar el documento.

A pesar de la firma, González dejó claro que lo hizo bajo coacción, por lo que el documento carece de validez legal: «Un documento producido bajo coacción está viciado de nulidad absoluta». También reafirmó su compromiso con los millones de venezolanos que lo eligieron: «Como presidente electo de millones de venezolanos, que votaron por un cambio, la democracia y la paz, no me van a callar. Jamás los voy a traicionar, esto lo saben todas y cada una de las personas con las que he hablado hasta hoy».

Repercusiones en la política española

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, también se ha pronunciado sobre el escándalo. En una conferencia desde Roma, Feijóo pidió la dimisión del ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, y exigió explicaciones al presidente Pedro Sánchez. “El Gobierno español ha mentido. La diplomacia española, pilar esencial de la diplomacia europea en Iberoamérica, no puede estar al servicio de un régimen dictatorial”, aseguró Feijóo. Además, destacó la gravedad del hecho de que dos altos cargos de una dictadura hayan entrado en la embajada española para presionar a González.

Feijóo también lanzó duras preguntas retóricas: “¿Se imagina que dos altos cargos de una dictadura entraran en una embajada italiana para coaccionar al presidente electo de un país? ¿Le cabe en la cabeza que esta coacción se hiciera con el conocimiento del presidente del Gobierno y el ministro de Exteriores?”.

El Gobierno español responde a las acusaciones

Ante el creciente escándalo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha negado cualquier responsabilidad en los hechos. Según fuentes oficiales, el Gobierno español no tuvo ninguna injerencia en las gestiones que realizó González en la embajada. El ministro Albares afirmó que el embajador español en Caracas recibió instrucciones directas de no interferir en los asuntos del líder opositor. No obstante, la controversia sigue escalando, especialmente luego de que el Congreso y el Senado españoles instaran al Ejecutivo a reconocer a González como presidente electo de Venezuela, una medida simbólica pero políticamente significativa.

Mientras tanto, desde Venezuela, el Parlamento venezolano evalúa instar a Nicolás Maduro a romper relaciones diplomáticas y comerciales con España. En un contexto de creciente tensión entre ambos países, la situación de Edmundo González sigue siendo un punto central de discusión.