Embalse de Chuza podría alcanzar solo el 22% de su capacidad para diciembre si no se toman medidas urgentes

El embalse de Chuza, vital para el suministro de agua en Bogotá, enfrenta una situación crítica. Según el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el nivel del embalse podría descender al 22% de su capacidad para diciembre si no se implementan medidas urgentes para mitigar la crisis. Este alarmante pronóstico surge en medio de una severa escasez de lluvias y la creciente demanda de agua en la capital.

En una entrevista radial, la directora del Ideam, Ghislein Echeverry, explicó que el comportamiento de las precipitaciones ha sido irregular. En particular, las regiones de la Orinoquía y la Amazonía están sufriendo un notable déficit de lluvias, afectando directamente al embalse de Chuza, crucial para el abastecimiento de la ciudad.

“Lo que está ocurriendo ahora en septiembre, es un mes históricamente y de acuerdo a algo que en el Ideam publicamos como normales climatológicas, es que es un mes donde no llueve tanto como puede llover en noviembre o puede llover en octubre. Digamos que es una situación ‘normal’ para el mes en gran parte del país”, comentó Echeverry. Sin embargo, esta situación «normal» se torna crítica dado el contexto de déficit prolongado y el aumento en la demanda de agua.

Echeverry también destacó que las ondas tropicales y la temporada de ciclones en el Atlántico están impactando el clima en Colombia. “Lo que ocurre en esta temporada de ciclones tropicales es que el Océano Atlántico tiene una anomalía térmica, es decir, está caliente y vienen unas ondas, unos vientos desde África y se forman lo que son las ondas tropicales. Esas ondas tropicales pueden eventualmente convertirse en una depresión, en una tormenta o en un huracán”, explicó.

El noreste del país está experimentando vendavales intensos, mientras que otras regiones sufren altas temperaturas y escasas precipitaciones, lo que ha llevado a la emisión de alertas por incendios en 379 municipios, 83 de los cuales se encuentran en alerta roja. La falta de lluvias y el calor extremo han intensificado los problemas, exacerbando la situación del embalse de Chuza.

“Las proyecciones desafortunadamente muestran que al ritmo de precipitación, que va a estar muy escaso hasta abril del próximo año y con el ritmo de la demanda, las proyecciones hidrológicas que hemos hecho muestran que el embalse de Chuza estaría en un 22% para diciembre de este año, si no se toman medidas urgentes”, advirtió Echeverry.

La creciente demanda de agua en Bogotá, combinada con la oferta insuficiente, podría resultar en un racionamiento severo. Además, el sector energético también enfrenta retos, con el operador del mercado de energía mayorista, XM, advirtiendo sobre un posible racionamiento de energía para el año 2025. Este escenario se ve como una realidad cada vez más probable debido a la ola de calor actual, el retraso en el fenómeno de ‘La Niña’, y la falta de avances en proyectos de generación y transmisión de energía.

Las autoridades deben actuar rápidamente para enfrentar esta crisis y evitar un deterioro mayor en el suministro de agua y energía en Bogotá y en otras regiones afectadas. La situación demanda medidas integrales para garantizar la seguridad hídrica y energética del país.