Intervención de Air-e: ¿Un nuevo «Electricaribe»? Lo que está en juego con la empresa de energía en la Costa Caribe

Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda

El reciente anuncio de la intervención de Air-e, la empresa encargada de suministrar energía en la Costa Caribe de Colombia, ha sacudido al sector energético del país. Este viernes 13 de septiembre, durante el Congreso de Confecámaras en Cartagena, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, reveló la profundidad de la crisis que atraviesa la compañía, comparándola con la conocida crisis de Electricaribe.

Según Bonilla, la situación en Air-e es mucho más grave de lo que inicialmente se pensaba. La empresa enfrenta serios problemas financieros que han llevado al Gobierno a tomar medidas drásticas. La intervención actual está dirigida por un interventor que determinará el futuro de la compañía. La magnitud del problema es tal que el ministro no dudó en calificar la situación como un «Electricaribe 2», haciendo eco de las crisis pasadas en el sector energético.

MinHacienda 2

Problemas financieros profundos

Bonilla explicó que las dificultades de Air-e no se limitan al tema de los subsidios. Aunque la empresa ha argumentado que el no pago de subsidios a los estratos 1, 2 y 3 es una de las causas de su crisis, el Ministerio de Minas y Energía ha señalado que el verdadero problema radica en la falta de inversiones y en las pérdidas financieras acumuladas. «El problema de Air-e es más complicado. No es el tema de los subsidios, es el tema de las inversiones que no hicieron y que generan pérdidas muy altas y que están afectando las tarifas», afirmó Bonilla.

En este contexto, los costos para los usuarios de la Costa Caribe se han visto impactados por pérdidas negras, el alto costo de generación de energía y cuestiones tarifarias. Bonilla también indicó que se está evaluando qué hacer con los créditos otorgados a Air-e, los cuales ya estaban siendo utilizados para resolver ciertos problemas financieros.

Reacciones y consecuencias

El Comité Intergremial de Energía ha señalado que la crisis de Air-e no es un caso aislado y que existen problemas similares en otras compañías. La Contraloría también ha advertido que cerca de 10 millones de usuarios podrían verse afectados. Sin embargo, Bonilla intentó calmar las preocupaciones, señalando que el Estado siempre cumple con sus obligaciones, como lo ha demostrado el Fondo Empresarial de Protección al Consumidor (FEPC).

La intervención de Air-e está proyectada para tener un costo de alrededor de 4 billones de pesos, una cifra significativamente menor en comparación con los 10 billones de pesos que costó la intervención de Electricaribe. Bonilla subrayó que la intervención no fue una decisión arbitraria del Gobierno, sino una medida necesaria ante la solicitud de la misma empresa que ya no podía sostenerse por sí sola. «El tema real es que la empresa Air-e hasta ahí llegó. No fue una decisión de que el Gobierno quisiera intervenir y hacer las cosas, sino que la empresa dijo, ‘intervéngame porque yo ya no doy más’», declaró Bonilla.

El futuro de Air-e y su compromiso con los usuarios

Factura de Air e

A pesar de la intervención, Air-e ha mostrado su disposición a colaborar con el Gobierno para garantizar un servicio de energía accesible y de calidad. La empresa se ha comprometido a trabajar en una transición ordenada, estableciendo mesas de trabajo para facilitar el proceso de empalme con el nuevo interventor.

En cuanto a la calidad del servicio, Air-e ha logrado mejoras notables en el suministro de energía en los departamentos de Atlántico, Magdalena y La Guajira. Según la empresa, han reducido el Saidi (horas sin luz) en un 67% y el Saifi (frecuencia de cortes) en un 68%, superando las expectativas regulatorias para el año 2030.

Con la intervención en marcha, la empresa espera que se establezcan precios justos para los usuarios y se regule adecuadamente el mercado de generación de energía. La disposición de Air-e para cooperar plenamente con el proceso es un indicativo de su compromiso para superar esta crisis y garantizar un suministro de energía estable y equitativo en la región.