Recientemente, el senador presidente del Senado, Efraín Cepeda, conocido como Fincho, ha reforzado su influencia en el ámbito político al incorporar a sus aliados en posiciones clave. Entre ellos se encuentran un amigo en la Vicepresidencia de la Contraloría General de la República y otro como agente interventor en Aire Energía.
Este movimiento llega en un momento crítico, coincidiendo con las acusaciones del presidente Gustavo Petro contra Fincho, quien lo acusa de intentar desestabilizar su gobierno.
El mismo día, la Superintendencia de Servicios Públicos, liderada por la actual Superintendente, Deyanira Quiroga, hizo entrega de un importante nombramiento a Carlos Diago, un cercano aliado de Fincho.
Esta serie de acontecimientos ha encendido las alarmas en el ámbito político, generando especulaciones sobre el creciente poder de Fincho y su red de contactos. El contexto político se intensifica, mostrando una realidad que muchos describen como «Política Parroquial» y generando debates en torno a la estabilidad del gobierno actual.