El presidente colombiano Gustavo Petro encendió una nueva polémica con una serie de discursos en los que acusó a la oposición, a los medios de comunicación y a Elon Musk de intentar derrocarlo e incluso asesinarlo.
Estas declaraciones, hechas el 12 de septiembre de 2024, se produjeron en dos eventos clave: el ‘Encuentro Nacional de Medios Alternativos, Comunitarios y Digitales, Uniendo Voces’ en Armenia y el evento ‘Salvemos la Selva, Conservar Paga’ en Florencia.
En sus intervenciones, Petro adoptó un tono que mezclaba la retórica de campaña con la del discurso presidencial, sugiriendo que existen planes para interrumpir su mandato a través de un golpe de Estado o incluso un asesinato. El mandatario se dirigió especialmente a los medios tradicionales, a los grandes empresarios y a los opositores políticos, a quienes acusó de manipular la opinión pública y de fomentar la violencia en su contra.
Petro destacó que la crisis económica de la empresa Air-e y las dificultades en el sector energético se deben, en parte, a una supuesta conspiración en su contra. Durante el primer evento en Armenia, el presidente expresó su preocupación por la forma en que los grandes medios han distorsionado sus palabras y ha intentado silenciar su mensaje. «Silenciar al presidente es lo que ha querido el gran poder económico en Colombia«, afirmó. También apuntó a los grandes grupos mediáticos como el Grupo Santo Domingo, la Organización Ardila Lülle, la familia Sarmiento Angulo y el Grupo Gilinski, acusándolos de intentar desestabilizar su gobierno.
En el segundo discurso en Florencia, Petro continuó con sus severas críticas, dirigiéndose a Elon Musk, dueño de la red social X. El presidente colombiano vinculó a Musk con el nazismo y acusó a la red social de censurar su contenido, comparándolo con la estrategia de silenciar voces antes de que se desate una barbarie. «Las redes son compradas por los más ricos del mundo. Donde yo me expreso, hay un señor proclive a los nazis: Elon Musk», dijo Petro.
El mandatario también acusó a la oposición política de intentar desacreditar su gobierno mediante investigaciones falsas sobre el financiamiento de su campaña presidencial. Según Petro, el verdadero golpe de Estado no sería un ataque físico, sino una serie de maniobras políticas y mediáticas para desacreditar y desestabilizar su administración.
Petro planteó la idea de que el reciente paro de camioneros, que surgió en respuesta al aumento del precio del ACPM, fue orquestado por sus opositores con el fin de forzar su destitución o asesinato. «Un paro camionero, que ellos mismos organizaron desde el poder, para ver si se podía repetir lo de Salvador Allende», dijo Petro, sugiriendo que el objetivo era desestabilizar su gobierno.
En un giro final, el presidente abordó la cuestión del presupuesto nacional para 2025, afirmando que la negativa del Congreso a aprobarlo es parte de un plan más amplio para sabotear su gobierno. Recordó que, según la Constitución, si el Congreso no aprueba el presupuesto, él tiene la autoridad para decretarlo por sí mismo. «La Constitución dice que si el Congreso no aprueba el presupuesto, entonces se decretará el inicialmente presentado por el Gobierno», explicó Petro.
Petro concluyó sus discursos instando a sus seguidores a prepararse para una posible revolución en caso de un golpe de Estado o un intento de asesinato. «¡No pasarán!… A un golpe de Estado se le responde con una revolución. No hay otra forma que con una revolución del pueblo«, proclamó.
Finalmente, Petro volvió a criticar a los medios de comunicación, afirmando que muchos periodistas independientes son asesinados por decir la verdad, mientras que los medios tradicionales solo amplifican la versión de los poderosos. También anunció que el gobierno destinará una parte de su pauta publicitaria a medios independientes para contrarrestar la influencia de los grandes medios.
Las afirmaciones del presidente han generado una profunda división en Colombia, exacerbando la polarización política y social en el país.
Mientras tanto, los colombianos y en especial los políticos y los medios de comunicación permanecen muy atentos a cómo se desarrollará esta situación, que promete seguir marcando la agenda pública en los próximos días.