Inician mesas de trabajo para salvar IE San Luis Beltrán

Un grupo de padres de familia de la Institución Educativa San Luis Beltrán se reunió recientemente con representantes del Distrito para discutir la posible clausura del colegio, que es uno de los pocos en la ciudad de Barranquilla que implementa políticas de inclusión educativa para niños con discapacidad y condiciones cognitivas especiales. Durante la reunión, se acordó establecer una línea de trabajo para proteger los derechos de los estudiantes y explorar alternativas que puedan evitar el cierre de esta institución con 84 años de servicio educativo.

La primera fase de esta iniciativa incluye reuniones con rectores y con la comunidad educativa en general. Posteriormente, se convocará al consejo directivo para discutir posibles soluciones y estrategias para enfrentar la crisis financiera que enfrenta el colegio.

El San Luis Beltrán, una institución privada con más de 137 alumnos, enfrenta serias dificultades económicas que han llevado a la solicitud de su clausura. Los gastos del colegio superan actualmente los ingresos, lo que ha llevado a la administración a buscar una resolución rápida. No obstante, aún no se ha tomado una decisión final, y se está trabajando para encontrar una solución viable antes del 9 de octubre, fecha límite para resolver la situación.

La Secretaría de Educación Distrital ha optado por no hacer declaraciones a los medios en este momento. Sin embargo, se están llevando a cabo mesas de trabajo entre la Secretaría y otros actores clave para encontrar una solución que asegure la continuidad de la institución.

Julio César Zárate Muñoz, padre de familia y representante de los intereses de los estudiantes, expresó su preocupación por la situación actual. «Entendemos que los gastos del colegio superan los ingresos, pero como padres creemos que podemos salvar la institución. Hemos solicitado a la Secretaría de Educación y a la directiva del colegio que nos permitan ser parte activa en la búsqueda de recursos para salvar el San Luis Beltrán. Nuestros hijos, especialmente los que están en décimo grado, se verán afectados si el colegio cierra. Es injusto que pierdan la oportunidad de graduarse con sus compañeros con los que han estado desde hace cuatro o cinco años.»