TEMA EDUCATIVO : CURRÍCULO Y PRUEBAS ESTATALES 

Pruebas ICFES // Foto: Ministerio de Educación.

POR: ROBERTO CARLOS DIAZ SALINA

En su publicación «Tribuna Pedagógica: Preguntas Curriculares Problematizadoras», el Dr. Reynaldo Mora Mora expone una serie de críticas fundamentales al sistema educativo colombiano, en particular a las políticas meritocráticas representadas por las pruebas estatales, las cuales, según su análisis, perpetúan la exclusión social y limitan el acceso a la educación superior para las poblaciones más vulnerables. Su propuesta es clara: se necesita una transformación estructural que permita una mayor inclusión y equidad en la educación, y el Estado debe asumir un rol más activo y responsable para asegurar que todos los ciudadanos tengan acceso a una educación digna y de calidad.

Uno de los puntos centrales en el análisis del Dr. Mora es el cuestionamiento a la supuesta meritocracia de las pruebas estandarizadas. Este enfoque nos remite a las ideas de Michael Apple, quien en su obra «Educating the ‘Right’ Way» (2006), denuncia cómo los sistemas de evaluación basados en estándares y métricas tienden a reforzar las desigualdades sociales existentes. Apple advierte que estos sistemas, en lugar de promover la equidad, benefician a quienes ya poseen ventajas económicas y culturales, mientras que los estudiantes de contextos menos favorecidos quedan en desventaja. El Dr. Mora refuerza esta idea al señalar que el sistema meritocrático de pruebas estatales como las del Icfes contribuye a la exclusión y perpetúa un ciclo de pobreza y desigualdad.

Asimismo, el Dr. Mora plantea la necesidad de repensar el currículo y su relación con las problemáticas sociales, proponiendo que el contexto debe entrar en la escuela y no permanecer divorciado de ella. Esta idea conecta con el concepto de currículo contextualizado, defendido por autores como Henry Giroux, quien en su obra «Teachers as Intellectuals» (1988), argumenta que el currículo debe ser una herramienta para empoderar a los estudiantes y conectarlos con su realidad social. Giroux afirma que el currículo no puede ser un conjunto de contenidos homogéneos y desconectados de la vida real; más bien, debe fomentar un pensamiento crítico y la participación activa de los estudiantes en su entorno.

El Dr. Mora también critica fuertemente la estandarización de los procesos formativos, que, según él, deshumaniza la educación y reduce a los estudiantes a meros números en un sistema de pruebas. Esta crítica se alinea con la obra de Paulo Freire, especialmente en su libro «Pedagogía del Oprimido» (1970), donde Freire sostiene que la educación debe ser un acto liberador y no una mera transmisión de conocimientos de forma pasiva. Para Freire, la educación debe ser un proceso dialógico en el que los estudiantes participen activamente en la construcción de su propio conocimiento y en la transformación de su realidad. El Dr. Mora recoge este enfoque al proponer que los docentes y estudiantes deben colaborar activamente en el proceso educativo, en lugar de someterse a los dictados de un sistema rígido y excluyente.

Además, el Dr. Mora propone una alternativa clara: una Política Pública Educativa (PPE) que convierta la educación en el eje central de la lucha contra la desigualdad. Esta propuesta resuena con las ideas de Amartya Sen, quien en su obra «The Idea of Justice» (2009), defiende que las políticas públicas deben enfocarse en eliminar las desigualdades estructurales y proporcionar a cada individuo las oportunidades necesarias para desarrollar sus capacidades. Para Sen, la justicia social implica garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a los recursos necesarios para participar plenamente en la vida social y económica, y la educación es uno de los recursos más importantes en este sentido. El Dr. Mora señala que la educación superior debe estar accesible a todos, y no ser restringida por las barreras impuestas por las pruebas estatales.

Finalmente, el Dr. Mora enfatiza la necesidad de construir una infraestructura educativa que responda a las necesidades reales del país, con universidades públicas de calidad, jornadas adicionales, y redes de bibliotecas e investigación. Esta visión dialoga con las ideas de John Dewey, quien en «Democracy and Education» (1916), defiende la educación como un pilar fundamental para la democracia y el bien común. Dewey plantea que una sociedad democrática debe proporcionar a sus ciudadanos una educación que fomente la participación activa, el pensamiento crítico y la capacidad de contribuir al bienestar colectivo. En este sentido, la propuesta del Dr. Mora de invertir en la infraestructura educativa y en el desarrollo de universidades públicas responde a la necesidad de construir una educación más inclusiva y democrática.

En conclusión, la publicación del Dr. Reynaldo Mora Mora es una invitación a repensar profundamente el sistema educativo colombiano y a desafiar las políticas que perpetúan la exclusión y la desigualdad. Su crítica a la meritocracia, la estandarización y la falta de responsabilidad del Estado resuena con las ideas de autores contemporáneos y clásicos como Michael Apple, Henry Giroux, Paulo Freire, Amartya Sen y John Dewey, quienes han señalado la necesidad de una educación más justa, inclusiva y contextualizada. La propuesta del Dr. Mora de una Política Pública Educativa que garantice el acceso universal a la educación superior es un llamado urgente a la acción, y nos recuerda que la educación es el principal motor de transformación social. Este ejercicio hace parte de los talleres de lectura y escritura de los estudiantes del Doctorado en Ciencias de la Educación de la Universidad del Atlántico, a fin de potenciar las habilidades emocionales, lectorales y escriturales en el campo del currículo.