El departamento del Atlántico se encuentra en estado de alerta tras las intensas lluvias que han dejado a 1.200 familias en condiciones difíciles.
Los municipios más golpeados por este fenómeno son Suan, Galapa, Campo de la Cruz, Malambo, Ponedera, Manatí y Candelaria, donde las inundaciones han causado daños significativos en la infraestructura local.
Apenas el 10 de septiembre, Manatí experimentó severas inundaciones acompañadas de ráfagas de viento, que llevaron a la comunidad a enfrentar una crisis humanitaria. Aunque no se han reportado heridos, las pérdidas materiales son considerables, afectando tanto a áreas urbanas como rurales.
La Subsecretaría de Prevención y Atención de Desastres de la Gobernación del Atlántico ha estado trabajando codo a codo con los municipios afectados para proporcionar asistencia inmediata. Hasta ahora, se han entregado más de 500 ayudas, que incluyen materiales de construcción y elementos básicos de higiene y alimentación, especialmente en los municipios de Suan y Campo de la Cruz.
Las autoridades están comprometidas a trabajar juntos con la comunidad para mitigar los efectos de esta crisis climática. “Es fundamental que todos estemos informados y preparados para actuar en emergencias. La seguridad de nuestras familias depende de ello”, concluyó Oquendo.
La situación sigue siendo crítica y la comunidad del Atlántico urge del apoyo y la solidaridad para sobrellevar estos momentos difíciles. Las autoridades continuarán monitoreando las condiciones climáticas y proporcionando actualizaciones a medida que la situación evoluciona.
