Ataque israelí a escuela de la ONU en Gaza: Seis miembros del personal entre las víctimas

Una mujer llora en la Escuela de al-Jaouni, ubicada en el centro de Gaza, después del ataque israelí del 11 de septiembre que resultó en la muerte de 18 personas, entre ellas seis empleados de la UNRWA. // Foto: Captura de pantalla.

En una escalada dramática del conflicto en Gaza, el reciente ataque de las fuerzas israelíes a una escuela de la ONU ha provocado una tragedia que ha conmovido a la comunidad internacional. Según declaraciones del portavoz del Secretario General de la ONU, Stephane Dujarric, las instalaciones de la organización no deben ser utilizadas con fines beligerantes y deben ser protegidas durante los conflictos. Esta afirmación surge después de que un bombardeo israelí en el campo de refugiados de al-Nuseirat, ubicado en la parte central de la Franja de Gaza, resultara en la muerte de al menos 14 personas, de las cuales seis eran miembros del personal de la ONU.

Este ataque también coincide con la detención por parte de las fuerzas israelíes de un convoy de la ONU en el norte de Gaza, bajo la sospecha de que transportaba a palestinos buscados. La violencia desatada ha provocado una seria preocupación sobre la seguridad y la integridad de las operaciones humanitarias en la región.

Desde el inicio de la guerra en Gaza, el número de trabajadores humanitarios fallecidos ha superado los 350, según las últimas estimaciones. Esta cifra destaca el alto costo humano del conflicto, que afecta gravemente a quienes están en la primera línea de ayuda y apoyo a las personas más necesitadas.

El ataque en al-Nuseirat ha generado una ola de condena internacional y ha puesto en evidencia la necesidad urgente de garantizar la protección de las instalaciones de la ONU y del personal que trabaja incansablemente para brindar asistencia en medio del caos. La comunidad internacional ha llamado a una revisión inmediata de las estrategias de seguridad en las zonas de conflicto para evitar que situaciones similares se repitan.

Las fuerzas israelíes han argumentado que el bombardeo se realizó en respuesta a actividades hostiles, pero este incidente ha intensificado las críticas sobre el respeto de las normas humanitarias y los derechos humanos en el contexto de la guerra en Gaza.

Stephane Dujarric subrayó la importancia de mantener las instalaciones de la ONU fuera de las hostilidades para garantizar que la ayuda humanitaria pueda llegar a quienes más la necesitan sin riesgo de ser blanco de ataques. La ONU ha reiterado su llamado a todas las partes involucradas para que respeten el derecho internacional y protejan a los civiles y al personal humanitario en las zonas de conflicto.

En medio de esta creciente tensión, la comunidad internacional observa con preocupación el deterioro de la situación en Gaza y el impacto devastador sobre aquellos que trabajan para aliviar el sufrimiento en una de las regiones más afectadas por la guerra.