El Parlamento de Venezuela, bajo control chavista, está moviéndose para exigir al gobierno de Nicolás Maduro que corte todas las relaciones diplomáticas, económicas y comerciales con España.
La propuesta surge después de que el Congreso español reconociera a Edmundo González Urrutia, un opositor exiliado en Europa, como presidente electo de Venezuela.
Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional, ha convocado una reunión urgente de la Comisión de Política Exterior para redactar una resolución que el pleno debe aprobar con carácter urgente.
La resolución demanda que el gobierno venezolano rompa de inmediato todos los lazos con España, incluyendo la expulsión de representantes y consulados españoles en el país. Además, se solicita el cese de las actividades comerciales de empresas españolas en Venezuela.
Rodríguez criticó severamente la decisión del Congreso español, calificándola como el «atropello más brutal» contra Venezuela desde su lucha por la independencia. Denunció que España está actuando como un refugio para «homicidas, fascistas, golpistas y violentos», y mencionó a políticos antichavistas exiliados en ese país, como Leopoldo López
