Por: Victor Hugo Marenco Boekhoudt
Esta es apenas una divulgación general pero que en mi concepto, merece una distribución de amplios alcances. Frecuentemente las personas asocian el concepto de la batería a las pilas en los objetos manuales como celulares, grabadoras, radios y/o las baterías de los automóviles. Lo anterior no siempre es correcto. De forma generalística, la batería comprende cualquier mecanismo que posibilite la conservación de energía en grado sumo, independientemente del tipo a acumular. Puede ser hidraúlica, química, eléctrica o cualquiera; lo crucial es que la conserve y de manera digamos “eficiente” por decir algún modo.
Es decir, un lago o un embalse, localizado a una altura cualquiera, representa una concentración de energía en forma de agua con un potencial de generación que depende de muchos factores, pero entre los cuales resaltamos su altura de localización. Por lo tanto, si usted hace generación energética cualquiera y esa misma la transfiere a un líquido acuoso y esta es bombeada a una altura determinada, ese receptáculo o lago a formar, se convierte potencial y primordialmente en una batería o un acumulador. Estoy seguro que los técnicos habrán de reírse por la simplicidad del concepto pero no es tan fácil ejecutarlo.
China (siempre este país transita en la vanguardia de la tecnología), ha optado por configurar un plan a largo plazo, para construir varios embalses destinados a definirlos como concentradores energéticos (es decir baterías hidráulicas). El mecanismo de bombeo es bimodal y puede trabajar como sistema de generador de energía hidraúlica y también como plantas de impulso. Hay algunas personas maravilladas por el hecho de que varios países están tapando canales de riego con paneles solares. Esa es probablemente otra simplicidad que tiene por objeto conservar el agua y generar energía. Algo similar está ocurriendo en este caso: se pretende generar energía y luego conservarla para usarla, cuando ella sea demandada.

China es un país con una cantidad inimaginable de cadenas montañosas, ríos caudalosos y desiertos infranqueables. Los chinos instalaron 6,7 GW de capacidad renovable en sus embalses, un esfuerzo que pronto quedará empequeñecido por el objetivo del gobierno para 2030: alcanzar una potencia hidroeléctrica total de 120 GW. Cifras descomunales pero a la vez, realizables en términos absolutos por su potencial. ¿Qué tal por ejemplo tomar el agua de algunos ríos de la periferia de la Sierra Nevada de Santa Marta o del Perijá, y posteriormente encapsularlos entre estas montañas para su posterior uso?. Lo mejor con los chinos es tomar sus referencias y de alguna u otra manera, aplicarlas en nuestro país.