La firma del tratado Torrijos-Carter: Un hito histórico en la soberanía panameña y el neocolonialismo

La firma del Tratado Torrijos-Carter el 7 de septiembre de 1977 marcó un hito crucial en la historia de América Latina y su relación con Estados Unidos.

Este acuerdo, que formalizaba la transferencia de la administración del Canal de Panamá de Estados Unidos a la República de Panamá, representó un paso significativo en la lucha por la soberanía y contra el neocolonialismo.

Desde principios del siglo XX, la presencia de Estados Unidos en el Canal de Panamá fue vista como una manifestación del neocolonialismo en la región. Utilizado por los gobiernos estadounidenses como un instrumento de presión política contra los países latinoamericanos, el Canal se convirtió en un símbolo de la injerencia estadounidense.

El Tratado Torrijos-Carter, que entró en vigor el 31 de diciembre de 1999, puso fin a esta situación y devolvió a Panamá el control total sobre esta vital vía de navegación, que conecta el mar Caribe con el océano Pacífico. La firma del tratado fue una victoria para el nacionalismo panameño, liderado por Omar Torrijos, quien había luchado durante años para asegurar la soberanía panameña sobre el Canal.

Torrijos, quien asumió poderes de Jefe de Estado en 1972, enfocó su administración en la reforma agraria y en la transferencia del Canal. En 1978, nombró a Arístides Royo como presidente, lo que permitió continuar con el proceso de traspaso que culminó con la firma del tratado.

Sin embargo, la relación entre Estados Unidos y Panamá no terminó allí. En 1989, el gobierno estadounidense, bajo el pretexto de que el presidente panameño Manuel Antonio Noriega estaba involucrado en el narcotráfico, lanzó la invasión conocida como «Operación Causa Justa«. Esta intervención militar resultó en una grave violación de derechos humanos, con la muerte de más de 2,000 civiles y la destrucción masiva de barrios como El Chorrillo, donde se registraron cientos de muertos y heridos y aproximadamente 4,000 viviendas fueron arrasadas.

El tratado no solo significó la devolución de la soberanía sobre el Canal, sino también un acto simbólico de la resistencia contra el neocolonialismo estadounidense en América Latina. Sin embargo, la invasión de 1989 demostró que, a pesar de los avances en la soberanía, las tensiones y los conflictos persistían en la relación entre Panamá y Estados Unidos.