El precio del diésel en Colombia se encuentra entre los más bajos de América, lo que plantea retos significativos para la sostenibilidad fiscal y el ajuste económico necesario para reducir el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
En el marco de la reciente crisis económica global y el aumento de los precios de los combustibles, surge una pregunta clave para los colombianos: ¿cuánto cuesta el ACPM (diésel) en otros países de América comparado con Colombia? La respuesta revela una brecha importante que podría tener profundas implicaciones para la economía nacional y su sostenibilidad a largo plazo.
Según datos recopilados por el Ministerio de Hacienda y reportados por GlobalPetrolPrices.com al 26 de agosto, el precio del diésel en Colombia es de USD $2,79 por galón, lo que equivale a aproximadamente 11.360 pesos colombianos. Este precio posiciona al país como uno de los más económicos de la región en cuanto a costos de este combustible. En comparación, el precio del diésel en Ecuador es significativamente más bajo, apenas USD $1,77 por galón (unos 7.172 pesos), lo que refleja las políticas internas de subsidios aplicadas por ese país.
Por otro lado, países como México y Argentina muestran cifras notablemente más altas. En México, el precio del diésel asciende a USD $4,96 por galón, que se traduce a 19.997 pesos mexicanos, mientras que en Argentina el costo es de USD $3,64 (aproximadamente 14.710 pesos argentinos). En el caso de Chile, el precio es de USD $4,19 (unos 16.906 pesos chilenos), y en Perú se cotiza en USD $3,83 (equivalentes a 15.430 pesos peruanos).

En países más al norte del continente, los precios varían considerablemente. En Estados Unidos, el diésel cuesta USD $3,64 por galón, que equivale a unos 14.710 pesos colombianos, mientras que en Canadá, el precio se eleva a USD $4,78 (aproximadamente 19.257 pesos colombianos). En República Dominicana, el precio se sitúa en USD $3,71 (cerca de 14.950 pesos dominicanos), reflejando también costos más elevados en comparación con Colombia.
Ajustar el precio del diésel con el valor internacional es crucial para reducir el déficit del FEPC, atender las necesidades de la economía y asegurar la sostenibilidad fiscal a largo plazo. El diferencial de precios entre Colombia y otros países de la región no solo pone de manifiesto la necesidad de una política de ajuste, sino también los desafíos que enfrenta el gobierno para equilibrar los intereses económicos y sociales. La persistencia de precios bajos en el país, mientras que el resto de América experimenta aumentos considerables, sugiere que el subsidio al diésel en Colombia está generando un desbalance que el gobierno necesita corregir.
En países como Bolivia, el diésel tiene un costo de USD $2,04 (alrededor de 8.219 pesos bolivianos), mientras que en Brasil es de USD $4,10 (equivalente a 16.520 pesos brasileños). Estas cifras destacan la disparidad existente y la necesidad de un enfoque más coordinado entre los países de la región para enfrentar los desafíos energéticos globales.
Colombia se enfrenta a un reto estratégico: si bien los precios relativamente bajos del diésel benefician a los consumidores locales y a ciertos sectores económicos como el transporte y la agricultura, también implican un costo elevado para el gobierno en términos de subsidios. Este subsidio ha provocado un incremento en el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), que debe ser abordado con urgencia para evitar impactos negativos en la sostenibilidad fiscal.
En el contexto de las fluctuaciones del mercado internacional, el gobierno colombiano tiene la responsabilidad de ajustar los precios del diésel gradualmente, alineándolos con los costos reales de producción y distribución. Esta medida no solo contribuiría a reducir el déficit del FEPC, sino que también permitiría una asignación más eficiente de los recursos públicos.
La sostenibilidad fiscal de Colombia a largo plazo depende, en gran parte, de su capacidad para implementar políticas que reflejen las realidades económicas globales. Mantener precios artificialmente bajos para el diésel puede ofrecer alivio temporal, pero a costa de comprometer la estabilidad financiera del país. A medida que otras naciones de la región ajustan sus precios para reflejar los costos internacionales, Colombia debe considerar hacer lo mismo para asegurar un futuro económico más estable y equitativo.
En conclusión, mientras que los precios del diésel en Colombia son comparativamente bajos en la región, el ajuste a los valores internacionales es imperativo para mitigar el déficit del FEPC, satisfacer las demandas de la economía y garantizar la sostenibilidad fiscal. Las políticas de precios deben ser reconsideradas en un contexto que balancee el beneficio inmediato para los consumidores y la necesidad de mantener finanzas públicas saludables.
Fuente: Sistema Integrado de Información.
De la Redacción 3: Y.A.