Colombia se ha unido a Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Jamaica en una iniciativa para establecer una reserva de biosfera transfronteriza en el Caribe Suroccidental. Bajo la iniciativa Saltwatta Roots, estos países buscan preservar uno de los ecosistemas marinos más cruciales del planeta.
El 30 de agosto de 2024, en una reunión liderada por la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, se discutió la administración ambiental conjunta de la región, con el respaldo del pueblo raizal del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Durante el encuentro en Bogotá, Muhamad propuso un acuerdo de manejo y gobernanza ambiental que se firmará en la COP16 de biodiversidad en Cali. Este acuerdo pretende no solo conservar el tercer sistema coralino más grande del mundo, sino también promover la cooperación internacional y prácticas sostenibles.
La región del Gran Caribe, que es un hotspot de biodiversidad marina, ha sido gravemente afectada por la crisis climática. En las últimas décadas, el 50% de los arrecifes de coral del Mar Caribe se ha perdido debido al cambio climático y la sobrepesca. La nueva reserva de biosfera busca revertir esta tendencia y proteger el patrimonio natural y cultural de la región.
Saltwatta Roots, iniciada en 2019, ha colaborado con líderes afrocaribeños, académicos y organizaciones como la Fundación Franz Weber y la Federación de Pescadores de Providencia para desarrollar un plan de conservación marina. El expresidente Ernesto Samper, uno de los promotores de la iniciativa, subrayó la importancia de la cooperación, afirmando: “En el Caribe comenzó todo. Debemos centrarnos en lo que nos une: el mar, la biodiversidad y los arrecifes”.
Este esfuerzo busca ser un modelo de cooperación internacional para enfrentar los desafíos ambientales y climáticos, con la esperanza de que el acuerdo de gobernanza ambiental marque un avance significativo hacia la paz con la naturaleza.