En un nuevo episodio de violencia en Norte de Santander, una patrulla de la Policía Nacional fue atacada con explosivos; el ataque dejó a un mayor, dos suboficiales y un patrullero heridos, mientras las autoridades investigan posibles responsables.
En la mañana de este miércoles, una patrulla de la Policía Nacional sufrió un violento atentado con explosivos en la zona rural del municipio de Salazar de las Palmas, en el departamento de Norte de Santander. Las autoridades han confirmado hasta el momento que cuatro uniformados resultaron heridos en el ataque: un mayor, dos suboficiales y un patrullero. Este hecho se suma a una serie de graves afectaciones en materia de orden público que han golpeado al país en los últimos días.
El atentado ha generado gran preocupación entre los habitantes de la región y las autoridades locales. Hasta el momento, ningún grupo armado ilegal se ha atribuido la responsabilidad del ataque. Sin embargo, en la zona opera la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), una organización que, mientras mantiene diálogos de paz con el gobierno del presidente Gustavo Petro, continúa ejecutando acciones violentas como los recientes ataques a oleoductos, registrados en múltiples ocasiones durante el mes de agosto.
Fotografías y videos que circulan en redes sociales muestran los devastadores efectos de la explosión sobre la camioneta policial, evidenciando la magnitud del ataque y aumentando la inquietud entre la población. Las imágenes de la escena del atentado revelan la gravedad del impacto sufrido por el vehículo, que quedó seriamente dañado.

Este nuevo atentado se produce en un contexto de creciente tensión en Norte de Santander, una región estratégica para varios grupos armados ilegales que buscan ejercer control sobre el territorio. La guerrilla del ELN, que se encuentra en un proceso de negociación con el gobierno, ha sido señalada en ocasiones anteriores de perpetrar actos violentos en la región, aunque hasta ahora no se ha confirmado su participación en este ataque específico.

La situación de seguridad en Salazar de las Palmas y sus alrededores es delicada, y las autoridades han reforzado su presencia para prevenir nuevos incidentes y garantizar la seguridad de los habitantes. Este hecho representa un nuevo desafío para la política de paz del presidente Gustavo Petro, quien ha manifestado su intención de lograr un acuerdo con los grupos insurgentes. Sin embargo, la persistencia de acciones como esta pone en duda la disposición de estos grupos para avanzar en un proceso de reconciliación.
En la región, la comunidad expresa temor ante la posibilidad de nuevos ataques. «Estamos muy preocupados, no sabemos qué va a pasar. Vivimos en constante zozobra», comentó uno de los residentes locales que prefirió mantenerse en el anonimato. Mientras tanto, el gobierno local y las fuerzas de seguridad trabajan para restaurar la calma y evitar que se repitan situaciones similares.
Este incidente refleja las complejidades del conflicto armado en Colombia y la fragilidad de los actuales esfuerzos de paz, subrayando la necesidad de un enfoque integral para abordar las causas profundas de la violencia y garantizar la protección de la ciudadanía en las zonas más afectadas.
Fuente: Sistema Integrado de Información.
De la Redacción 3: Y.A.