El icónico Centro Histórico de Cartagena, conocido por sus imponentes murallas y su rica historia, enfrenta un creciente problema de higiene que está afectando tanto a residentes como a turistas. Según denuncias recientes, personas están utilizando las murallas como urinarios públicos, lo que ha llevado a un aumento significativo de malos olores en la zona.
La situación ha generado preocupación entre los ciudadanos, quienes consideran que este comportamiento no solo falta al respeto hacia un patrimonio histórico y cultural, sino que también representa un riesgo para la salud pública. «Es frustrante ver cómo un lugar tan hermoso y lleno de historia se ve afectado por la falta de civismo de algunas personas», expresó un residente local.
Para abordar el problema, algunos sugieren que se implementen multas para aquellos que sean sorprendidos orinando en las murallas. Además, piden a la Alcaldía de Cartagena que intensifique las campañas de concienciación y coloque cámaras de vigilancia en el Centro Histórico para controlar la situación.
El aumento de este problema es particularmente evidente en zonas como el barrio San Diego, cerca de la Plaza de los Coches y el Baluarte de Santo Domingo. Los vecinos informan que los olores son más intensos por las mañanas, especialmente después de noches con alta afluencia de visitantes. La intervención urgente de las autoridades locales es crucial para preservar la limpieza y el atractivo turístico del área.
