«¿Quién se cree que es?»: Lula da Silva desafía a Elon Musk y exige respeto a las leyes brasileñas

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, lanzó este viernes un firme llamado de atención al magnate Elon Musk, propietario de la red social X (anteriormente conocida como Twitter), instándolo a respetar las leyes de Brasil. Esta declaración se produce después de que el empresario se negara a cumplir un ultimátum del Supremo Tribunal Federal (STF), lo que ha generado una creciente tensión entre el gobierno brasileño y el multimillonario.

Durante una intervención en una emisora radial, Lula se mostró contundente al cuestionar la actitud del empresario: “¿Quién se cree que es? Tiene que respetar la decisión de la Corte Suprema de Brasil. Este tipo tiene que aceptar las reglas de este país y, si este país tomó una decisión a través de la Corte Suprema, tiene que aceptarla. Lo que vale para mí, lo vale para él”. Estas palabras reflejan la postura inflexible del mandatario frente al desafío legal planteado por Musk.

El presidente también recurrió a la misma plataforma social propiedad de Musk, X, para reafirmar su postura, subrayando que «solo porque tenga dinero no significa que pueda hacer lo que quiera. Debe aceptar las reglas del país y respetar la decisión de la Corte Suprema. Este no es un país con complejo de perro callejero». Con estas palabras, Lula dejó claro que no permitirá que el poder económico de Musk se imponga sobre la soberanía legal de Brasil.

El origen del conflicto radica en la negativa de Musk a nombrar un nuevo representante legal de X en Brasil, tal como fue ordenado por el ministro Alexandre de Moraes del STF, quien había dado un plazo de 24 horas para cumplir con esta exigencia. Con el vencimiento de dicho plazo, la justicia brasileña procederá a certificar el incumplimiento de la decisión, lo que podría llevar a la suspensión de la red social en el país. Aunque aún no se ha establecido un período concreto para la implementación de esta medida, la posibilidad de que X sea bloqueada en Brasil es cada vez más real.

Este enfrentamiento no es nuevo; Musk ha tenido varios encontronazos con la justicia brasileña en los últimos meses, principalmente relacionados con su incumplimiento de órdenes judiciales previas, como el bloqueo de cuentas de figuras políticas investigadas, incluyendo la del senador Marcos do Val. La situación se agravó cuando, el pasado 17 de agosto, el empresario anunció el cierre de la sede de su empresa en Brasil, una decisión que fue vista como un desafío directo a las autoridades del país.

A pesar de la presión legal, Musk ha mantenido una postura desafiante, calificando de «ilegal» la orden de nombrar un representante legal en Brasil y dejando claro que no piensa acatarla. Esta actitud ha sido recibida con creciente preocupación en el gobierno de Lula, que considera que el respeto a las leyes brasileñas es fundamental para mantener el orden y la justicia en el país.

El desenlace de este conflicto aún es incierto, pero lo que sí es claro es que el gobierno brasileño, bajo la dirección de Lula da Silva, no está dispuesto a ceder en su exigencia de que todos, incluidos los magnates internacionales, cumplan con la normativa legal establecida por el Supremo Tribunal Federal.