Empleados de la IPS CARDIOVIDA denuncian que la gerencia del hospital prohíbe la atención en la Unidad Integral de Cardiología, afectando gravemente a los pacientes y personal médico.
Hospital Julio Méndez Barreneche en el centro de una grave denuncia por supuesta negación de atención a pacientes con problemas cardiovasculares en Santa Marta. Según declaraciones realizadas a un informativo local por empleados de la IPS CARDIOVIDA, que opera en el quinto piso del hospital, la gerencia de la E.S.E. Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche habría prohibido la prestación de servicios en la Unidad Integral de Cardiología, lo que ha resultado en su cierre desde hace un mes. Esta situación ha dejado a los pacientes sin atención, a pesar de que el hospital cuenta con todo el equipo humano y tecnológico necesario.
Una empleada de CARDIOVIDA reveló que la gerencia del hospital no solo ha suspendido los servicios, sino que también ha instruido al personal a negar la atención a los usuarios. “Si llega un usuario, debemos decirle que no podemos atenderlo porque la gerencia del hospital nos lo prohíbe”, afirmó la trabajadora, destacando la gravedad de la situación que afecta a quienes necesitan tratamiento urgente.
El problema, según la denuncia, se agrava con la deuda de más de 3.500 millones de pesos que el hospital le adeuda a la IPS CARDIOVIDA, lo que habría llevado a la gerencia a prohibir la facturación de los servicios prestados. A pesar de contar con 14 camas vacías y un equipo médico completo, los empleados no pueden atender a los pacientes debido a las órdenes de la gerencia. «No podemos atender a los usuarios, aunque vengan con estudios o autorizaciones; debemos devolver al paciente», expresó una empleada afectada.
La situación ha sido denunciada ante la Supersalud, bajo el radicado 20249500111611942, el 28 de agosto de 2024, pero hasta el momento no ha habido una respuesta efectiva por parte de las autoridades. Mientras tanto, los empleados de CARDIOVIDA se encuentran en una situación precaria, cumpliendo con sus horarios laborales sin poder prestar servicios a los pacientes.
Además, se ha reportado que la gerencia del hospital ha suspendido las agendas de estudios y citas médicas, subcontratando a otros cardiólogos para la atención de pacientes hospitalizados. Esta decisión ha generado aún más inconformidad entre los empleados de CARDIOVIDA, quienes consideran que se está vulnerando el derecho de los usuarios de consulta externa a ser atendidos por personal especializado.
La denunciante también señaló que la mayoría de los médicos han renunciado debido a la falta de pago de sus salarios durante cinco meses, lo que ha llevado a una situación insostenible. “Necesitamos ayuda, porque aquí tenemos usuarios que vienen de diferentes pueblos y no podemos prestarles el servicio a pesar de tener los equipos, los medios y el personal disponible”, agregó otra empleada.
Ante la gravedad de las acusaciones, se ha solicitado la intervención inmediata de las autoridades competentes para garantizar los derechos de los pacientes en el departamento del Magdalena. El mencionado informativo fuente de este escrito, intentó obtener una respuesta por parte de Nora Elvira Anillo Romero, gerente del hospital, y de Ladys Urquijo, Jefe de Control Interno, pero no fue posible contactarlas.
La situación en el Hospital Universitario Julio Méndez Barreneche sigue siendo crítica, y la comunidad espera una pronta solución para que los servicios médicos esenciales puedan ser reestablecidos.