El pasado viernes, dos soldados del Ejército Nacional fueron asesinados por integrantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el caserío de Guamalito, municipio de El Carmen, Norte de Santander. Las víctimas se encontraban realizando labores de protección a la población civil cuando fueron sorprendidos por miembros del grupo armado.
La Fuerza de Tarea Vulcano, encargada de las operaciones en la región, confirmó el ataque a través de un comunicado y expresó su rechazo al doble homicidio. El Ejército ha presentado denuncias formales ante las autoridades judiciales para que se inicien las investigaciones pertinentes.
El Carmen forma parte de la región del Catatumbo, una zona selvática y estratégica para el narcotráfico, donde además del ELN, operan disidencias de las FARC y otros grupos armados como el Ejército Popular de Liberación (EPL). Estos grupos se disputan el control de las rutas del narcotráfico y los cultivos de coca en esta área, que es una de las más empobrecidas y olvidadas de Colombia.
Este ataque es parte de una serie de acciones violentas que el ELN ha llevado a cabo en las últimas semanas en diferentes partes del país. En mayo, el grupo guerrillero impuso varias condiciones para continuar las negociaciones de paz con el Gobierno, entre ellas su retiro de la lista de grupos armados organizados y el cese de las operaciones ofensivas de las fuerzas de seguridad del Estado. Sin embargo, las negociaciones se encuentran estancadas, sin avances significativos hacia un cese al fuego bilateral.
El conflicto armado en el Catatumbo sigue siendo una preocupación mayor para la seguridad nacional, con la continua presencia de grupos insurgentes y bandas criminales que siembran el terror en la población local.