Un operativo de control realizado la noche del viernes en el barrio San Diego, Cartagena, derivó en un enfrentamiento entre artesanos locales y brigadistas de la Gerencia de Espacio Público y Movilidad (GEPM), luego de que estos últimos exigieran el cumplimiento de las normativas del uso del espacio público.
El operativo, que había comenzado en la mañana y se extendió hasta la noche, reveló irregularidades en el uso de la energía eléctrica por parte de los artesanos, quienes habían instalado extensiones no autorizadas. Durante la inspección, también se descubrió que uno de los puestos no había notificado la presencia de otra persona encargada, violando así las reglas de Confianza Legítima que rigen estas actividades.
A pesar de las jornadas de sensibilización que la GEPM ha llevado a cabo para informar y asegurar el cumplimiento de las normativas, varios artesanos continuaron infringiendo las reglas. La situación escaló cuando uno de los brigadistas solicitó al ocupante de un puesto que contactara a la propietaria para regularizar la situación. Al llegar, la propietaria respondió con gritos y empujones, llegando incluso a agarrar a un brigadista por la camisa, lo que provocó que otros artesanos se sumaran a la confrontación.
El altercado, que incluyó insultos y agresiones físicas hacia los funcionarios, fue controlado con dificultad por el equipo socioeconómico de la GEPM, que intentó calmar la situación. Todo el incidente fue registrado en video y está siendo revisado por las autoridades competentes.
Tannis Puello, gerente de Espacio Público y Movilidad, expresó su rechazo a cualquier tipo de violencia y aseguró que se tomarán las medidas necesarias para mantener el orden en los espacios públicos de Cartagena. Asimismo, enfatizó el compromiso de la administración con el respeto al derecho al trabajo de los vendedores informales, siempre que se respeten las normas establecidas.
El incidente ha generado preocupación entre los residentes del barrio San Diego, quienes esperan que se refuercen las medidas de control y que se busque un equilibrio entre el orden público y los derechos de los trabajadores informales en la ciudad.