Con el objetivo de inculcar una cultura de respeto a las normas de tránsito desde temprana edad, el Departamento Administrativo de Tránsito y Transporte (DATT) de Cartagena ha inaugurado su nueva Escuela Vial para Niños, bajo el lema «Me divierto y aprendo con el DATT».
Esta iniciativa, liderada por el equipo de Educación Vial del DATT, busca transformar la forma en que los niños de la ciudad perciben y se relacionan con las señales de tránsito.
El evento inaugural, que tuvo lugar en el Parque Espíritu del Manglar, ofreció una experiencia educativa y divertida para los pequeños asistentes. A través de juegos como la escalera, la ruleta y rompecabezas, los niños desarrollaron sus habilidades mientras aprendían sobre la importancia de respetar las señales de tránsito. Además, pudieron interactuar con semáforos y conos, reforzando de manera práctica sus conocimientos.
Cada niño que participó recibió un kit educativo que incluye una cartilla pedagógica y crayolas, permitiéndoles continuar su aprendizaje en casa. Esta escuela vial surge de la creciente necesidad en Cartagena de formar a las nuevas generaciones en seguridad vial, con la finalidad de reducir las tasas de accidentes y promover un uso más seguro de las vías.
Robinson Arrieta, agente de tránsito y coordinador de la actividad, expresó su satisfacción por el impacto positivo de estos programas: «Nuestra misión es sensibilizar, y hoy logramos que un gran grupo de niños entendiera la importancia de las normas de tránsito y las zonas peatonales».
Los comentarios de los asistentes reflejan el éxito de la jornada. Estefany Martínez Rodríguez, una de las niñas que participó, afirmó: «Me divertí y aprendí mucho; ahora sé que siempre debemos cruzar por las cebras y los puentes».
Por su parte, una madre que acompañó a su hija señaló la importancia de este tipo de eventos: «Mi niña se divirtió y aprendió, deberían seguir organizando más actividades como esta para que los niños comprendan mejor las normas de tránsito».
La Escuela Vial para Niños del DATT representa un paso significativo hacia una Cartagena más segura, donde el respeto por las normas de tránsito comienza desde la infancia.
