La guerrilla espera un pronunciamiento oficial mientras persiste el estado de congelamiento en los diálogos.
El viernes 23 de agosto concluyó el plazo que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) había fijado al Gobierno colombiano para desbloquear las negociaciones de paz. Esta fecha límite llegó sin que se vislumbre una solución para la crisis actual en la mesa de diálogos, la cual se encuentra estancada desde mayo.
Tras el fin del cese al fuego bilateral el 3 de agosto, el ELN había expresado su «disposición» a esperar hasta hoy para que el Gobierno publicara un decreto que retirara a la guerrilla de la lista de grupos armados organizados (GAO). A pesar de esta disposición, fuentes cercanas al ELN indicaron a EFE que siguen a la espera de una respuesta oficial del Gobierno. Por lo tanto, el «congelamiento» de las negociaciones continuará, ya que no se han producido avances significativos.
La reciente etapa de las negociaciones ha estado marcada por la incertidumbre y un constante tira y afloje entre las partes sin resultados concretos visibles. El Gobierno ha mostrado su intención de continuar en la mesa de diálogo y presentó al ELN una «propuesta confidencial» para avanzar en el proceso.
No obstante, el ELN ha afirmado que esta oferta, que el presidente Gustavo Petro vinculó con una «reforma económica», no es relevante para el actual contexto de las negociaciones de paz. La guerrilla considera que se necesita «franqueza y claridad al país». Además, el ELN ha declarado que no se deben ofrecer acuerdos ya pactados ni dilatar la implementación de los acuerdos previos. “Tampoco se nos puede ofrecer algo que ya está acordado y menos dilatar el cumplimiento de los acuerdos”, dijo un portavoz del ELN.
El senador Iván Cepeda, miembro del equipo negociador del Gobierno, ha señalado que el ELN debe proporcionar ahora una dirección clara sobre cómo proceder. Cepeda criticó el “congelamiento” de la mesa de diálogo como un “incumplimiento flagrante” de los compromisos y advirtió que no hay justificación válida para la suspensión de las conversaciones. «Se habla de incumplimientos, pero el peor de los incumplimientos, hay que decirlo aquí, es haber congelado la mesa. Ese es un incumplimiento flagrante de nuestro compromiso y más ad portas de renovar el cese al fuego», declaró el senador.
En mayo, el ELN presentó cuatro condiciones para continuar en la mesa de diálogo: la eliminación de su inclusión en la lista de grupos armados organizados (GAO), la creación de un fondo para financiarse a cambio de cesar el secuestro extorsivo, la suspensión de los acercamientos del Gobierno con el frente Comuneros del Sur (una escisión del ELN), y el fin de las operaciones ofensivas de las fuerzas de seguridad del Estado.
Vera Grabe, jefa del equipo negociador del Gobierno, refutó las acusaciones del ELN, afirmando que los reclamos de incumplimiento no son ciertos. La situación actual mantiene la crisis en la mesa de negociaciones, mientras se espera que las conversaciones entre el Gobierno y el ELN lleven a una resolución y al posible restablecimiento del cese al fuego bilateral.