El ansiado sueño de que la región de Urabá albergara los Juegos Nacionales de 2027 se desmorona tras la reciente decisión del gobierno nacional. En un anuncio hecho el jueves por el presidente Gustavo Petro y la ministra del Deporte, Luz Cristina López, se determinó que los próximos juegos se llevarán a cabo en los departamentos de Sucre y Córdoba.
Desde 2022, el departamento de Antioquia, bajo la gobernación de Aníbal Gaviria, había impulsado la candidatura de Urabá para ser sede de este importante evento deportivo, destacando la rica historia de la región en el ámbito deportivo y su capacidad de infraestructura.
La actual administración departamental de Andrés Julián Rendón continuó el apoyo a esta propuesta, resaltando los numerosos atletas de renombre que han surgido de Urabá.
Sin embargo, la elección de Sucre y Córdoba como sedes ha generado un fuerte malestar en Urabá y en el departamento de Antioquia en general.
Dirigentes locales y residentes han expresado su descontento, interpretando la decisión como una posible represalia política.
Algunos argumentan que Urabá contaba con las condiciones ideales para organizar el evento, incluyendo infraestructura y recursos adecuados.
La controversia sobre esta decisión refleja las tensiones políticas y regionales, dejando a Urabá y a sus habitantes decepcionados y cuestionando las motivaciones detrás de la elección final.
