“Un sujeto vestido de civil accionó su arma y me impactó en el brazo”: soldado Robinson Beleño

El testimonio del soldado Robinson Beleño resulta crucial para la comprensión de los hechos ocurridos en la vereda Alto Remanso en marzo de 2022. Su declaración revela la complejidad de las decisiones tomadas en el terreno y la falta de equidad sobre la medida de aseguramiento dictada contra los 24 militares que tomaron parte en la operación.
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«No accionamos nuestras armas porque estaban mezclados con la población civil», narró el soldado Robinson Beleño cuando fue llamado a declarar ante un juez de garantías durante el proceso judicial relacionado con la operación militar Malón 005 en la vereda Alto Remanso de Puerto Leguizamo, Putumayo.

Con estas palabras, Beleño, uno de los 24 militares implicados, defendió la legitimidad de la acción militar que resultó en la muerte de 11 personas. Su testimonio cobra relevancia en medio de la controversia que ha generado la medida de aseguramiento dictada por una jueza de la república contra él y sus compañeros, a pesar de que la operación fue declarada legítima por la Fiscalía.

Beleño, quien resultó gravemente herido durante la operación, perdió el 61 % de su capacidad física y ha sido declarado no apto para continuar en el Ejército. Su testimonio es clave para comprender los eventos de aquel trágico día.

El soldado Beleño relató que durante la operación, su equipo de combate se enfrentó a una situación extremadamente delicada: «No accionamos nuestras armas porque estaban mezclados con la población civil. El segundo día fue lo mismo. El día 28 se iniciaron los combates a eso de las 7:00, hacia el sector donde me encontraba con mi equipo. Nos estaban disparando los bandidos», dijo.

Beleño narró cómo, en un momento crítico, un civil armado lo atacó mientras intentaba discriminar entre combatientes y civiles. «Veo un sujeto vestido de civil, y en el segundo que me demoré para discriminarlo, porque yo en ningún momento accioné mi arma contra un civil ni un campesino, él aprovechó esa condición y me impacta el brazo, ocasionándome una lesión severa en la arteria y el nervio que me da movimiento hacia la mano».

El soldado también recordó cómo fue trasladado de emergencia al Hospital Militar, donde lograron salvarle el brazo. «Gracias a Dios, estoy vivo y soy campesino. Les doy mi testimonio: no se dejen intimidar por estos grupos que operan en esas regiones, que se aprovechan de esa condición para utilizar a la población civil».

Este caso sigue acaparando la atención de la opinión pública, y el testimonio de Beleño añade una nueva perspectiva a los hechos. Mientras la justicia avanza en la investigación, el país continúa debatiendo sobre la legitimidad de las operaciones militares en zonas de conflicto y el impacto de estas en las comunidades civiles.