*La desaparición fue reportada el pasado 16 de julio. *Su hallazgo se hizo en el barrio Ciudad Paraíso, de Soledad.
Por Stefanny Padilla
En un lote ubicado en la calle 57 con carrera 2, barrio Ciudad Paraíso, de Soledad, en la que funciona un parqueadero, fue enterrada Gina Paola Rivera Toloza, quien había sido reportada como desaparecida el pasado 16 de julio.
En ese predio, donde propietarios aseguran los carros y motos, y funciona una parte como gallinero, estaba en avanzado estado de descomposición el cadáver de la mujer de 31 años. El impactante hallazgo se dio al mediodía del domingo.
Por medio de una llamada alertaron a los familiares, donde detallaron que Gina Paola había sido asesinada y se encontraba sepultada en el solar, que limita con la vivienda de quien sería su expareja sentimental, y hoy principal sospechoso, quien se encuentra huyendo.
El desespero de los parientes de la mujer, quienes guardaban la esperanza de hallarla con vida, permitió el traslado al lugar en mención, no sin antes avisarle a las autoridades.
“El martes pasado recibimos la llamada del teléfono de mi mamá diciendo que el cuerpo de su hija Gina se encuentra ubicado en la cola del patio donde ustedes buscaron. Le pregunté cómo él estaba seguro de algo, porque eso era algo muy delicado, y él dijo, sí, yo vi cuando él la estaba enterrando, ese hombre la enterró ahí”, detalló Irene Tolosa, hermana de Gina.
Supuestamente, el informante habría sido un vecino del responsable, que por seguridad no entregó su identidad. “No quiero meterme en problemas, vayan que la van a encontrar ahí y después me lo van a agradecer”.
Aunque aseguraron que no era la primera vez que los seres queridos de la víctima buscaban en el sitio, esta vez se arriesgaron y hallaron lo peor.
“Dos días después de su desaparición nosotros buscamos en ese lugar, pero los nervios no nos dejaron para seguir buscando, sino que medio cavamos y no, no hay nada, no hay nada”.
Además, por varios días le avisaron a las autoridades de las llamadas que venían haciendo para que nos acompañara incluso para que el responsable no huyera, pero el domingo viendo que no llegaron sacaron fuerzas y regresaron al lugar.
“Por la desesperación decidimos ir, nosotras mismas (familia) y esta vez sí encontramos, cuando estábamos cavando salió el brazo y de ahí nos entró un nervio y dejamos eso así y llamamos a las autoridades enseguida”, manifestó Irene.
De inmediato no se pudo establecer si se trataba de ella o de otra mujer. “Pues nosotros en el día de ayer (domingo) no vimos el cuerpo, porque no nos permitieron ingresar a verlo. La Fiscalía preguntó qué ropa tenía ella (Gina) el día que desapareció, por lo que dijimos que ella tenía un jean, un body rojo”.
Sin embargo, otro de los detalles claves en su identificación fue una cicatriz en el cuello del lado derecho. “Eso era una biopsia que le habían hecho porque a ella le había salido cáncer”.
Los moradores de esa calle no salen del asombro por el asesinato de Gina. Sus seres queridos claman justicia y piden dar con el responsable, ya que con él estuvo la última vez antes de su desaparición.
La mujer era madre de 3 menores, laboraba en una pesquera y el día de su desaparición salió de su jornada laboral junto a sus compañeras hasta donde tomó un bus con destino a su casa, pero en el camino se habría encontrado con su expareja.
