La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd) se encuentra en el centro de una polémica por presuntos casos de corrupción y mal manejo de recursos.
El actual director de la entidad, Carlos Carrillo, ha denunciado irregularidades significativas en los contratos de proyectos ejecutados por su predecesor, Olmedo López, quien actualmente enfrenta juicio por su gestión.
Carrillo reveló que varios contratos heredados, como el de la construcción de albergues de emergencia en La Florida, Nariño, han sido objeto de controversia. El contrato, destinado a proporcionar albergues en caso de una emergencia relacionada con el volcán Galeras, fue adjudicado con un anticipo de 5.000 millones de pesos, pero hasta la fecha, no se ha avanzado en la construcción de los albergues.
“Este albergue debería estar listo en caso de una emergencia con el volcán Galeras, y de momento no hay absolutamente nada”, expresó Carrillo en marzo, y reiteró en su reciente visita a Nariño que el proyecto sigue sin ejecutarse. El director denunció que el contratista recibió el dinero por adelantado pero no ha cumplido con los compromisos establecidos.
Carrillo explicó que encontró numerosos contratos en la Ungrd donde los contratistas recibieron anticipos sustanciales sin entregar los resultados prometidos. “Lo que nos encontramos fue el abandono, pero también una entrega de miles de millones que se fueron ahí”, comentó el director, añadiendo que se han iniciado procesos legales contra los contratistas incumplidos.
El director de la Ungrd también destacó que ha observado un patrón en el que los contratistas buscan prolongar el tiempo de las obras para seguir cobrando más dinero, lo que ha llevado a la necesidad de replantear y disciplinar los proyectos en curso. “Buscan que después los contratos fracasen y haya que hacer adiciones de tiempo y recursos”, comentó Carrillo.
En respuesta a la situación, Carrillo ha tomado medidas para garantizar la correcta ejecución de los proyectos, incluyendo la sustitución de contratistas que no cumplan con sus obligaciones y la búsqueda de soluciones más eficientes. “Estamos replanteando esos proyectos y buscando disciplinar a esos contratistas que no hicieron su labor”, concluyó el funcionario.
La Ungrd sigue enfrentando un desafío importante para restaurar la confianza pública y asegurar que los recursos destinados a la gestión del riesgo se utilicen de manera efectiva y transparente.