El frente disidente ‘Comuneros del Sur’ será parte de un diálogo de paz mientras se levanten órdenes de captura y se impulse un plan de inversión especial en la región.
El Gobierno de Gustavo Petro avanza en su estrategia de ‘Paz Total’, esta vez enfocándose en abrir negociaciones con el frente disidente del Ejército de Liberación Nacional (ELN) conocido como ‘Comuneros del Sur’, que opera en el departamento de Nariño. Otty Patiño, el comisionado de Paz, anunció que estas negociaciones son parte de un esfuerzo por lograr la pacificación de una de las regiones más afectadas por la violencia en el país.
Según Patiño, el presidente Gustavo Petro ha ordenado a las Fuerzas Militares cesar las operaciones ofensivas en la región, evitando acciones contra “altos objetivos de valor estratégico”, en un intento por abrir espacio al diálogo. Esta medida es fundamental para dar inicio a las conversaciones, que también implicarán el levantamiento de las órdenes de captura vigentes contra los integrantes del frente disidente, incluidas aquellas con fines de extradición, como la de alias HH, comandante del grupo armado.
El comisionado expresó su esperanza de que esta decisión sea bien recibida internacionalmente, haciendo referencia a la postura de Estados Unidos: “Ojalá haya una comprensión de los gringos”, declaró Patiño durante el cierre de la segunda sesión de la instancia de co-construcción de paz en Nariño. Este evento contó con varias mesas de trabajo previas, en las que se discutieron los pasos necesarios para formalizar este acuerdo.
Además de las negociaciones, el Gobierno declarará al departamento de Nariño como una ‘región de paz’, lo que permitirá no solo el desarrollo de los diálogos, sino también la implementación de un plan de inversión especial en la zona, con el objetivo de promover el desarrollo territorial y la integración de las comunidades locales. Según Patiño, este proceso es clave para impulsar una “transformación territorial en poco tiempo”, mediante el trabajo conjunto entre las guerrillas, las autoridades locales y la población.
El anuncio de esta nueva fase en la política de paz de Petro se suma a los esfuerzos ya en marcha con otras facciones guerrilleras, incluyendo dos disidencias de las Farc: la de Iván Márquez y la de Iván Mordisco, así como con el Comando Central del ELN, que ha atravesado momentos difíciles debido a tensiones internas. La guerrilla ha exigido su exclusión de la lista de grupos armados organizados, lo que ha complicado las negociaciones.
A medida que el Gobierno busca avanzar en su plan de pacificación, el diálogo con los ‘Comuneros del Sur’ representa un desafío importante, tanto en términos de seguridad como de política internacional. La apuesta por convertir a Nariño en una región modelo de paz y desarrollo pone de relieve la visión del presidente Petro de un país que busca dejar atrás décadas de conflicto armado y violencia estructural.