El presidente asegura que está en conversaciones con los bancos para evitar que su propuesta económica enfrente la oposición del Congreso.
En los últimos días, una nueva controversia ha surgido en el país a raíz de las declaraciones del presidente Gustavo Petro sobre su plan de reactivación económica, en el cual se contempla la figura de «inversiones forzosas». La propuesta ha generado reacciones diversas, especialmente entre congresistas y el sector empresarial, quienes han manifestado su preocupación por las posibles implicaciones.
Petro, durante un discurso reciente, explicó la importancia de esta medida, asegurando que podría marcar un antes y un después en el modelo económico del país. «Si logramos combinar inversiones forzosas con una ley de financiamiento organizadas alrededor y dentro de la transición hacia una economía productiva, tendríamos la posibilidad de reactivación económica que cambiaría las posibilidades del capitalismo y los modelos de producción», expresó el mandatario.
Sin embargo, el anuncio de estas inversiones forzosas ha causado divisiones entre los legisladores. Varios congresistas han expresado su oposición, señalando que la medida sería poco viable. El senador Juan Felipe Lemos fue uno de los primeros en criticar la propuesta, al describirla como una acción «confiscatoria y excesiva». Según el senador, es poco probable que la mayoría del Congreso respalde una iniciativa de tal magnitud, calificándola como un «exabrupto».
Pese a las críticas, Petro no ha dado marcha atrás en su propuesta y ha revelado que está buscando alternativas para implementarla sin tener que recurrir a una ley. En una reciente entrevista con una emisora nacional, el presidente confirmó que su gobierno está en conversaciones con la banca para llegar a un acuerdo sobre las inversiones forzosas y así evitar llevar la propuesta al Congreso.
«Vamos a presentar un proyecto de inversiones estratégicas. Hay una conversación con la banca sobre si los préstamos los hace la misma banca, con unas condiciones que nosotros pongamos a quiénes, en dónde, en cómo y en qué. O lo hacemos a través del grupo Bicentenario, que lleva años prestándole plata a la gente, que es Bancoldex, BanAgrario, Finagro y otros. Eso evitaría la presentación de una ley porque sería un acuerdo entre la banca y el Estado», afirmó el presidente Petro, destacando su intención de negociar directamente con el sector financiero.
La propuesta ha generado inquietudes en el sector privado. El presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), Bruce Mac Master, expresó su desacuerdo con la medida, argumentando que podría desestabilizar el sistema financiero del país. En entrevista con la mencionada emisora, Mac Master fue enfático al señalar que este tipo de estrategias ya se han intentado en otros países y no han dado buenos resultados. “Parece una idea bastante irregular, yo creo. Es una idea antigua, además eso lo han intentado países en el pasado, hace 30, hace 40 años y siempre fue revaluado y siempre fue corregido”, indicó.
Por otro lado, Alexander López, director de Planeación Nacional, ratificó la postura del gobierno al señalar que es necesario actuar para resolver los problemas económicos que enfrenta el país. López afirmó que el Gobierno no se quedará de brazos cruzados y que se explorarán todas las opciones posibles para mejorar los ingresos. «El Gobierno no puede quedarse quieto, tenemos un problema de ingresos grave, lo tenemos que reconocer, no nos vamos a quedar quietos, nos vamos a agotar todas las fórmulas y propuestas que vamos a tener», destacó el funcionario.
Con estas conversaciones en marcha, el país se encuentra a la expectativa de los acuerdos que se logren entre el Gobierno y la banca, y de cómo esta propuesta de «inversiones forzosas» podría influir en el futuro económico de Colombia.