Decisión judicial exoneró al empresario tras la falta de pruebas que sostuvieran la existencia de una organización criminal.
En una audiencia de cuatro horas llevada a cabo en Barranquilla, el empresario Julio Gerlein fue absuelto del delito de concierto para delinquir. La decisión se produjo luego de que la defensa demostrara que, a pesar de que Gerlein había entregado sumas significativas de dinero a la excongresista Aida Merlano, no se logró probar la existencia de una organización criminal detrás de estas transacciones.
Durante el juicio, la defensa argumentó que el vínculo entre Gerlein y Merlano era de carácter personal y no delictivo. Jaime Lombana, abogado de Gerlein, explicó que «el sentido del fallo determina que no se probó que el ingeniero Julio Gerlein hubiera hecho un acuerdo criminal con la familia Char, que no se probó que el ingeniero Julio Gerlein hubiese estructurado una organización criminal de compra de votos y que, hubo declaraciones contradictorias, que no existía un elemento que cumpliera el nivel probatorio para una sentencia condenatoria. Por eso, absolvió.»
Lombana destacó que la decisión fue coherente con las pruebas presentadas en el juicio, subrayando que «no existía un elemento que cumpliera el nivel probatorio para una sentencia condenatoria» y que la resolución del juez fue un resultado esperado en función de la evidencia.
El abogado también señaló que el veredicto anunciado el 15 de agosto no es definitivo hasta que se realice la lectura formal de la sentencia escrita y se notifique a las partes, quienes podrán apelar si no están de acuerdo con la decisión.
Durante el juicio, se presentó el testimonio de Rafael Rocha, coordinador de la campaña de Merlano, quien afirmó haber visto a Gerlein llevando dinero en bolsas. «Vi a Julio Gerlein y a un chofer que él tenía llevándoles cheques y bolsas de dinero a Edwin Martínez (gerente de campaña). Eran bolsas con dinero. Siempre las metían en un baño.»
La sentencia exculpatoria subraya la dificultad de vincular financieramente a Gerlein con una estructura criminal organizada, reflejando la complejidad del caso y la falta de pruebas contundentes para sustentar la acusación de concierto para delinquir.