Incluyen a más de 900 indígenas Nukak en el Registro Único de Víctimas

Protestas comunidad nukák Guaviare // Foto: Captura de pantalla.

La Unidad para las Víctimas ha incluido a 957 indígenas del pueblo Nukak, ubicados en el departamento del Guaviare, en el Registro Único de Víctimas (RUV). Esta inclusión, que se llevó a cabo en San José del Guaviare, forma parte de un proceso de reparación colectiva que busca garantizar los derechos de esta comunidad étnica, gravemente afectada por el conflicto armado en el país. Con esta adición, ya son 1.199 personas de esta población reconocidas oficialmente en el RUV, lo que representa un avance importante para la protección de sus derechos.

El pueblo Nukak fue reconocido como sujeto de reparación colectiva en septiembre de 2020, y desde entonces, la Unidad para las Víctimas ha trabajado en conjunto con los Nukak para implementar medidas de reparación. A partir del 6 de agosto, ambas partes han comenzado a trabajar en la elaboración de un plan de retorno al territorio ancestral, del cual fueron desplazados debido a la violencia. «Son 957 indígenas Nukak que por primera vez están ingresando al Registro Único de Víctimas, lo que les garantiza los procesos institucionales para su retorno al territorio que les corresponde, es decir, al resguardo Nukak del que nunca debieron salir por la violencia», declaró Andrés Dhujiah Aguilar, director territorial de Meta y Llanos Orientales.

Diagnóstico y riesgos de desaparición

Durante la jornada de inclusión, también se realizó la tercera fase del plan de reparación colectiva, cuyo objetivo es diagnosticar y evaluar los daños sufridos por la comunidad a lo largo del conflicto. El pueblo Nukak, compuesto por cuatro grupos (Wayari Munu, Meu Munu, Mipa Munu y Taka Yudn Munu), enfrenta un alto riesgo de desaparición tanto física como cultural debido al desplazamiento forzado y la ocupación sistemática de su territorio ancestral.

La situación de vulnerabilidad de los Nukak ha sido una constante preocupación para la comunidad y las autoridades, quienes trabajan en conjunto para mitigar los efectos devastadores del conflicto armado. El proceso de reparación busca no solo devolverles su territorio, sino también garantizar su supervivencia como pueblo indígena, tanto a nivel físico como cultural.

Una pérdida que enluta a la comunidad

En junio, la comunidad Nukak sufrió una gran pérdida con la muerte de Móka Nijbe Joonide, conocida como Mónika Nukak, una líder indígena de 33 años que dedicó gran parte de su vida a la defensa de los derechos de su pueblo y a la construcción de una interculturalidad en sus territorios. Mónika fue encontrada sin vida en el Guaviare, y aunque la causa de su muerte parece ser natural, su partida deja un vacío profundo en la comunidad Nukak, que la veía como una figura clave en la lucha por la protección de sus derechos.

Este proceso de reparación colectiva se presenta como una oportunidad para que el pueblo Nukak recupere su tierra y su cultura, elementos fundamentales para su identidad. A medida que se avanza en la implementación del plan de retorno y reparación, las esperanzas de esta comunidad se centran en lograr un futuro en el que puedan vivir en paz, con acceso a sus derechos y protección ante los peligros que han enfrentado durante décadas.