El ELN ha declarado la apertura de un corredor humanitario en el departamento del Chocó entre el 16 y el 31 de agosto, en medio del paro armado que ha confinado a cerca de 50 mil personas.
Según el grupo armado, esta medida permitirá la entrega de ayudas a las comunidades afectadas y busca mitigar los efectos del paro, que seguirá en vigor hasta nueva orden.
El Frente de Guerra Occidental Omar Gómez, del ELN, ha indicado que las organizaciones humanitarias que se desplacen por las zonas bajo paro armado deberán portar claramente visibles sus distintivos institucionales en vehículos y embarcaciones para evitar incidentes. Asimismo, se ha establecido la prohibición de movilización durante las noches.
Mientras tanto, las Fuerzas Militares de Colombia han intensificado su despliegue en el Chocó, con más de cinco mil soldados, marinos y aviadores trabajando en municipios como Istmina, Sipí, Novita, Alto y Medio San Juan. El objetivo es garantizar la seguridad y la libre movilidad de la población civil, que ha sido amenazada y restringida por el ELN.
En una de las acciones de apoyo, las Fuerzas Militares escoltaron una embarcación que evacuó a tres mujeres desde la comunidad de San Cristóbal, incluyendo a una en estado avanzado de gestación que necesitaba atención médica urgente.
Sin embargo, la crisis humanitaria sigue cobrando vidas. Isabella Piraza, una bebé de 16 meses, falleció en la zona rural de Istmina debido a problemas respiratorios. La menor no pudo recibir atención médica oportuna por el confinamiento impuesto por el paro armado, lo que ha generado gran preocupación entre las autoridades y la comunidad.
Esta situación refleja la complejidad del conflicto en el Chocó y la necesidad urgente de soluciones que protejan a la población civil en medio de la violencia armada.