El alarmante aumento de casos de mpox en África pone al mundo en alerta ante una posible nueva crisis sanitaria global. La República Democrática del Congo es el epicentro del brote.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró este miércoles una nueva emergencia internacional de salud pública debido al brote de mpox en África. La situación ha encendido las alarmas a nivel global, especialmente por la rápida expansión de la enfermedad, antes conocida como viruela del mono. Según la OMS, la República Democrática del Congo (RDC) ha sido el principal foco de la epidemia, registrando más de 14.000 casos y al menos 524 muertes en lo que va del año.
El Comité de Emergencia de la OMS, reunido en Ginebra, evaluó el impacto creciente de esta crisis en varios países del continente, destacando la necesidad de una acción inmediata para prevenir una propagación global. «Mpox es una realidad, está afectando a nuestros países. La gente está muriendo. Necesitamos abordar eso», afirmó Jean Kaseya, director general de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de África (CDC de África).
El brote se extiende a nuevos territorios
La emergencia sanitaria se ha expandido más allá de la RDC, con infecciones reportadas en Burundi, Kenia, Ruanda, Uganda, y otros países de África Central. En total, el continente ha registrado más de 15.000 contagios y 461 muertes en 18 países durante 2024, según los CDC de África. A pesar de los esfuerzos por contener la enfermedad, nuevos brotes se han detectado en regiones previamente no afectadas. Por ejemplo, la República Centroafricana declaró su propio brote el pasado 1 de agosto, sumándose a la lista de naciones que enfrentan la epidemia.
Una variante más virulenta amenaza a África
La situación actual ha sido atribuida a una variante más virulenta del virus mpox, conocida como 1b, que presenta una tasa de letalidad entre el 3 y el 4 %. Esta variante podría provocar una crisis sanitaria aún más grave si no se toman medidas urgentes. A diferencia de la menos peligrosa variante 2, que impulsó el brote global de 2022, la cepa actual ha demostrado ser más letal y difícil de contener.
«Entre 2023 y 2024 ha habido un aumento del 160 % de los casos de mpox en África», indicó Kaseya, advirtiendo que el continente podría enfrentar una cantidad significativamente mayor de contagios en comparación con el año anterior. Este aumento alarmante llevó al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, a convocar la reciente reunión de emergencia, donde se confirmó la nueva declaración de emergencia internacional.
Vacunas y respuesta global ante la crisis
Para detener el avance de la enfermedad, tanto la OMS como los CDC de África han subrayado la necesidad de una respuesta coordinada y adaptada a las realidades locales. Tedros enfatizó que «será necesaria una respuesta adaptada (a cada situación) y global, con las comunidades en el centro», lo que implicará una acción conjunta entre gobiernos, organizaciones internacionales y comunidades afectadas.
Sin embargo, uno de los mayores retos sigue siendo la falta de dosis suficientes de vacunas. Jean Kaseya aseguró que África necesitará más de diez millones de dosis para hacer frente a la emergencia, aunque actualmente solo disponen de 200.000. «Tenemos un plan claro para garantizar más de diez millones de dosis», de las cuales tres millones llegarán en 2024, señaló Kaseya, sin proporcionar más detalles.
Por su parte, la OMS anunció la aprobación de dos vacunas para uso de emergencia y lanzó una convocatoria a los fabricantes de medicamentos para presentar sus fármacos y así acelerar la distribución a través de organismos como Unicef y GAVI.
Qué es el mpox y cómo se transmite
El mpox es un virus que causa una enfermedad infecciosa caracterizada por la inflamación de los ganglios, erupciones cutáneas, y en algunos casos, síntomas similares a la gripe como fiebre, dolores musculares y agotamiento. La transmisión se da principalmente por contacto directo con sangre o fluidos corporales de animales infectados o por exposición a las lesiones cutáneas de personas contagiadas.
A pesar de su capacidad para ser mortal, la enfermedad puede prevenirse y tratarse si se detecta a tiempo. Las autoridades sanitarias internacionales están centradas en contener el brote y evitar que esta nueva crisis se convierta en una amenaza sanitaria global.