El inicio del puente del 15 de agosto ha generado importantes retenciones en las carreteras de Valencia, Málaga, Alicante, Cádiz y Cantabria, según informó la Dirección General de Tráfico (DGT). La operación especial de tráfico, que comenzó a las 15:00 horas de este miércoles y se extenderá hasta la medianoche del domingo, ha provocado una alta concentración de vehículos en varias zonas del país.
En la Comunidad Valenciana, varios accidentes han complicado la circulación, especialmente en la entrada a Valencia por la A-3 a la altura de Loriguilla, y en la A-7 en Cos, en dirección a la capital autonómica. En el sur, la AP-4 en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) y la A-7 en Fuengirola (Málaga) también presentan dificultades debido a siniestros. Al norte, la A-8 en Castro Urdiales (Cantabria) en dirección Torrelavega sufre de retenciones similares.
El tráfico también es lento en la A-70, en el barrio alicantino de Ciudad de Asís, y en la A-7 en las localidades malagueñas de Torremolinos en dirección Marbella y de San Pedro de Alcántara en ambos sentidos. En Cádiz, la circulación está congestionada en Guadacorte en ambos sentidos y en Espinardo (Málaga) en dirección Alicante.
Durante esta operación especial, la DGT estima que más de ocho millones de desplazamientos se realizarán en las carreteras, siendo uno de los periodos más intensos del año debido a la combinación de salida y retorno por el cambio de quincena y los festejos en numerosas localidades.
El mayor volumen de tráfico se espera entre la tarde de este miércoles y la mañana del jueves, especialmente en las salidas de las grandes ciudades y en las vías que conducen a playas, segundas residencias y localidades en fiestas. El domingo 18, cuando concluye la operación, también se prevé un tráfico complicado, en particular en los trayectos cortos desde las playas y en el regreso de quienes finalizan sus vacaciones.
Para hacer frente a esta situación, la DGT ha implementado un dispositivo especial que incluye controles de alcohol y drogas, y ha pedido la colaboración de los ayuntamientos de ciudades con más de 25.000 habitantes. Además, se han añadido 95 nuevos radares y se ha reforzado la presencia de agentes en las carreteras, con el objetivo de reducir el preocupante aumento de muertes en accidentes de tráfico.