Ineficiencia en estrategia de socialización del Distrito

¿Por qué las autoridades parecen ocultar información crucial sobre las actividades criminales clandestinas y no implementan medidas efectivas para enfrentarlas?, lo que genera violencia juvenil y el adoctrinamiento de los jóvenes vulnerables, socavando los esfuerzos por establecer una paz verdadera y efectiva.
Por su parte, el expersonero distrital Arturo García expuso su preocupación sobre el alarmante ingreso dejóvenes en estructuras criminales y el modus operandi adoptando técnicas violentas con crímenes atroces, utilizados en el cartel de Sinaloa.

Arturo García, analista y ex-personero distrital, expuso en una reciente entrevista con Diario La Libertad las preocupaciones sobre el alarmante ingreso de jóvenes en estructuras criminales en Barranquilla y su área metropolitana. Su análisis pone en evidencia las razones detrás de esta incorporación y las deficiencias en la respuesta de las autoridades.

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García explicó que entre 2012 y 2017, un aumento significativo en el reclutamiento de jóvenes por parte de pandillas y organizaciones criminales se observó especialmente en los barrios más vulnerables de Barranquilla, como el suroccidente, suroriente y metropolitana, así como en el municipio de Soledad. Esta tendencia, descrita en su investigación titulada «Atlántico: Una Realidad Oculta«, revela que la falta de oportunidades y el entorno socioeconómico desfavorecido son factores cruciales que impulsan a los jóvenes hacia estos grupos delictivos.

El proceso de violencia no terminó con los acuerdos de paz de La Habana, como muchos pensaban,” afirmó García. “En lugar de experimentar un ‘postconflicto’, la violencia se recrudeció y las estructuras criminales evolucionaron.” García destacó cómo la desarticulación de las pandillas juveniles conocidas como los “40 negritos” dio lugar a nuevas formas de organización, como los papalopez, que se enfrentaron en un conflicto con otras bandas y generaron una espiral de violencia aún más intensa.

El analista criticó la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades, que según él, no han abordado adecuadamente la evolución de estas estructuras criminales ni el impacto que tienen en la juventud. “Muchos funcionarios públicos parecen negar la realidad del problema, y la historia ha sido sepultada bajo un manto de indiferencia y burocracia,” expresó García.

Uno de los puntos clave en su análisis es la expansión de grupos como el Clan del Golfo, que, tras el golpe a sus operaciones en el Pacífico, trasladó su foco de actividad al Caribe colombiano, incluyendo Barranquilla. García observó que el Atlántico, durante la pandemia, se convirtió en una nueva base para estos grupos criminales, que aprovecharon la situación para consolidar su poder en la región.

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García también hizo hincapié en la necesidad de una respuesta integral para abordar la problemática de las estructuras criminales y su impacto en la juventud. Sugirió que las autoridades deben adoptar una postura más proactiva y menos negacionista, reconociendo y enfrentando la realidad de la violencia y su efecto en las comunidades jóvenes.

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  1. Falta de Oportunidades y Exclusión Social: Según el ex-personero Distrital, muchos jóvenes de estas zonas vulnerables enfrentan una escasez de oportunidades laborales y educativas. La falta de perspectivas futuras y la exclusión social crean un entorno propenso para que las pandillas ofrezcan una alternativa atractiva. Estas organizaciones proporcionan no solo una fuente de ingresos, sino también un sentido de pertenencia y un propósito, que a menudo falta en la vida de los jóvenes afectados.
  2. Influencia de Entornos Desfavorables: Los «patios y piscinas ilegales» mencionados por García no solo servían como puntos de reunión sino también como lugares de reclutamiento para pandillas. Estos entornos, frecuentemente ubicados en barrios con altos índices de violencia y criminalidad, facilitan la incorporación de jóvenes a las estructuras criminales al crear un ambiente de normalización de la violencia y el delito.
  3. Desintegración Familiar y Falta de Apoyo: La desintegración familiar y la falta de apoyo emocional juegan un papel importante en el reclutamiento de jóvenes. La ausencia de una figura parental estable o de redes de apoyo sólidas puede hacer que los jóvenes busquen la protección y la aceptación en pandillas, que se presentan como una familia alternativa en la que pueden encontrar respaldo.
  4. Promesas de Dinero Rápido y Poder: El analista, también destacó que las pandillas suelen atraer a los jóvenes con promesas de dinero rápido y poder. Para muchos, las ofertas de ganancias inmediatas y la posibilidad de ascender en la jerarquía de la organización parecen ser alternativas viables a las dificultades económicas y sociales que enfrentan.
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García criticó la respuesta de las autoridades, afirmando que muchos funcionarios han optado por una postura negacionista ante la realidad de la violencia y la influencia de las estructuras criminales en la juventud. En lugar de abordar estos problemas de raíz, la respuesta ha sido insuficiente y a menudo tardía.

La falta de políticas efectivas para abordar las causas subyacentes del reclutamiento juvenil y la falta de recursos destinados a la prevención y la reintegración social agravan el problema.

Finalmente, este análisis subraya la necesidad urgente de una estrategia integral que no solo aborde los síntomas de la violencia juvenil, sino que también trate las causas profundas. Esto incluye mejorar las oportunidades educativas y laborales, fortalecer el apoyo a las familias, y ofrecer alternativas viables a los jóvenes en riesgo. También es crucial una mayor colaboración entre las autoridades locales, las organizaciones comunitarias y los ciudadanos para enfrentar eficazmente la problemática.

Este sería el pan de cada día con el amanecer en diferentes barrio de Barranquilla:

Ante esto, en Barranquilla surgen una serie de interrogantes y preocupaciones sobre la realidad de la violencia juvenil y el papel de las bandas criminales en la instrumentalización de jóvenes.

¿Por qué las autoridades parecen ocultar información crucial sobre estas actividades clandestinas y no implementan medidas efectivas para enfrentarlas? Además, ¿cómo es que estas bandas criminales logran lavar el cerebro de los jóvenes con ideologías extremas, atrayéndolos a grupos paramilitares y perpetuando un ciclo de violencia y control?

La influencia de estas organizaciones no solo captura a los jóvenes vulnerables, sino que también socava los esfuerzos por establecer una paz duradera y efectiva.

¿Qué acciones concretas se están tomando para desmantelar estas redes de adoctrinamiento y ofrecer a los jóvenes alternativas reales para escapar del ciclo de violencia?