La líder opositora considera que mantener canales de comunicación con estos países es una «buena señal» en medio de la crisis política de Venezuela.
La líder opositora venezolana, María Corina Machado, expresó este martes que considera «una buena señal» el hecho de que el presidente Nicolás Maduro no haya cerrado los canales de comunicación con Brasil, Colombia y México, tras ser proclamado como vencedor de las controvertidas elecciones del 28 de julio. Este triunfo ha sido ampliamente cuestionado tanto dentro como fuera de Venezuela.
En una rueda de prensa virtual dirigida a medios de comunicación de Colombia, Ecuador y Perú, Machado señaló que «la disposición de no haber cerrado el canal [de comunicaciones] con Brasil, México y Colombia es una buena señal». La líder opositora subrayó la importancia de las próximas semanas, que, en su opinión, serán cruciales para el futuro del país. «Esperemos a ver qué ocurre en estas semanas, que creo que es crucial», añadió.
En cuanto a la posibilidad de una negociación que pueda conducir a una transición política en Venezuela, Machado indicó que dentro del oficialismo no existe una postura uniforme. Aseguró que «no es un grupo jerárquico, sino heterárquico», y explicó que hay facciones dentro del gobierno que estarían «claramente dispuestas a negociar y presionar para que eso ocurra», mientras que otras están «atrincheradas y dispuestas a cualquier cosa» para evitar un cambio en el poder.
Machado también hizo énfasis en que «todo el mundo sabe» que el candidato de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, «ganó apabullantemente» las elecciones. Sin embargo, destacó que Brasil, Colombia y México han adoptado una postura más cautelosa y han optado por mantener los canales de comunicación con el régimen de Maduro, lo cual, en su opinión, es una estrategia prudente en el actual contexto político.
Esta declaración de Machado ocurre en un momento delicado para Venezuela, donde la crisis política sigue generando tensiones tanto a nivel nacional como internacional. La disposición de Maduro a mantener abiertas las vías de diálogo con países clave de la región podría jugar un papel importante en el desarrollo de los acontecimientos futuros.